Luesco ultima la reedición de uno de sus "clásicos"
El veterano cofrade amplía su anecdotario de 1980
Una aparatosa caída y una neumonía lo mantienen lejos, físicamente, de actos y cultos cofrades. Pero no hay mal que pueda con el afán compilador de Luis Escalona, que ultima la reedición ampliada de "Anécdotas, curiosidades y vocabulario cofradiero de la Semana Santa giennense".
No faltó al septenario de "su" Cristo de la Expiración, pero el reposo necesario lo obligó a perderse el traslado del Señor del Bambú desde Santa Clara hasta La Merced en la que fue su primera ausencia a este tradicional acto, donde se le echó de menos. Pero a Luis Escalona, el popular "Luesco", no hay mal que lo aleje del todo de su amada Semana Santa y, en la casa de hermandad que es su domicilio, labora por la Pasión jiennense desde una de las trabajaderas que mejor conoce, la de la literatura cofrade.
El muchas veces pregonero, cronista y referente indiscutible de la Semana Mayor de Jaén ultima la reedición ampliada y corregida de uno de sus "clásicos", la compilación de anécdotas, curiosidades y vocabulario sobre esta celebración que editó en 1980 y, ahora, recupera. Contendrá su vida cofrade, siete décadas como nazareno y otras tantas de testigo directo de algunos de los momentos trascendentales de una de las fiestas religiosas más atractivas del Santo Reino. Con prólogo del ilustre y recordado Juan María Cobo Vera, que fuera presidente de la Agrupación, y epílogo de su más directo colaborador, Javier Alcántara, el libro promete remover los cimientos de la Semana Santa. Y es que los años no merman la capacidad crítica de un cofrade que prefiere, por ejemplo, que las ilusiones de las nuevas prohermandades se encaucen en una, para que uno de los males endémicos de la Pasión de la capital -la falta de hermanos de luz- no se acentúe. "De tres habría que hacer una", propone, con firmeza, Luesco.
Desde la atalaya de sus ochenta y dos años, Escalona apuesta por la juventud, que, en sus palabras, "deberían de tener posibilidad, por ejemplo, de pregonar la Semana Santa". Y añade: "La elección del pregonero no puede ser el resultado de la decisión de un círculo cerrado".
A pesar de sus observaciones, Luis Escalona continúa enamorado de los días grandes de la ciudad, hasta el punto de que sus limitaciones no le restan ilusión por estar presente en la tribuna. Y no duda en "apuntarse" al Lunes y al Jueves Santo, los días de sus amores imagineros. A la espera de la edición ampliada del libro al que ha dedicado los últimos años, la Semana Santa jiennense aguarda su característica figura de eterno nazareno de La Expiración.
Este año es el primero que ha faltado al traslado del Cristo del Bambú desde que se realiza.
