Los trabajadores ven que su sueldo da para mucho menos

Los trabajadores de Jaén ven que su sueldo da para mucho menos.  Las empresas se encuentran en una situación complicada marcada por la bajada en el consumo que lastra sus ingresos y una situación de bloqueo financiero, que hace que puedan acometer pocos proyectos inversores e, incluso, contar con créditos para hacer frente a las nóminas. De ahí que la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) insista en el mensaje de que se ha de vincular los aumentos salariales a la productividad de los negocios.
Jaén no es la “joya de la corona” en el Reino de España o, dicho de otro modo, se trata de una de las provincias con los sueldos más bajos de todo el país, tal y como reflejan diversos informes publicados que analizan los costes salariales de las empresas. Por ello, ahora que los negocios pierden competitividad y tratan de equilibrar sus cuentas con recortes en diversas parcelas —incluida la de personal—, se siente mucho más en la provincia.
Los Cuadernos de Estadísticas Sociolaborales de la Consejería de Empleo reflejan que el incremento salarial fue del 1,27% durante el ejercicio 2010. Los sueldos vinculados a los convenios de las empresas crecieron el 1,40%, mientras que los que se rigen por los acuerdos sectoriales —para cualquier actividad económica— crecieron el 1,26%. Si se tiene en cuenta que el Índice de Precios de Consumo (IPC) rozó el 3%, queda clara la merma del poder adquisitivo de los trabajadores jiennenses, que ven que ganan prácticamente lo mismo, pero tienen que hacer frente a más gastos. Curiosamente, el auge del IPC no debe entenderse siempre como un parámetro negativo, ya que si este indicador cayera sería prueba inequívoca de que las empresas pierden competitividad, lo que causaría una gran destrucción del tejido productivo y, consecuentemente, despidos. El problema radica en que el IPC tiene tendencia al alza, pero no porque los negocios ganen competitividad. Si se miran los parámetros en los que aumenta se ve que está marcado por sectores sometidos a importantes cargas impositivas o que están muy regulados por el devenir de los mercados y las finanzas. El aumento medio de los salarios en la provincia —1,27% en 2010, según la Consejería de Empleo— está muy lejos de los auges que se registraron en los pasados años. Sin duda, no sirvieron para hacer ricos a los trabajadores, pero sí para elevar su poder adquisitivo por encima del IPC e impulsar, consecuentemente, el consumo, lo que resulta siempre un estímulo para la economía.
En 2009, los salarios crecieron el 3,53%; en 2008, el 3,83%; en 2007, el 3,63%; en 2006, el 3,74%; en 2005, el 3,86%, y en 2004, el 4,07%. De ahí que el incremento medio del 1,27% en 2010 se entienda como una grave pérdida en el poder adquisitivo de los trabajadores de Jaén. Además, lo peor es que todo apunta a que, cuando acabe 2011, la situación no habrá mejorado o, dicho de otra manera, cuando se calcule el aumento medio se verá que cambia poco o que empeora.
Los dos sindicatos mayoritarios tienen claro que los asalariados jiennenses pierden poder adquisitivo. Ellos son parte de la negociación, pero lamentan que, cada día, existe menos voluntad para hablar y llegar a acuerdos que beneficien a los trabajadores.
reacciones. El secretario de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Jaén, Manuel Salazar Vela, coincide en que los asalariados jiennenses pierden poder adquisitivo. “Estamos en una situación en la que muchos convenios ni se quieren revisar. Incluso, es una odisea cuando hay que actualizar las tablas salariales. Cuesta poner en marcha lo que está firmado, por lo que cuando hay que crear una mesa para intentar lograr mejorar para los trabajadores llegamos a situaciones de bloqueo. O no se actualiza, o no se negocia o se hace con premisas que hacen que partamos de posturas muy diferentes, por lo que resulta muy difícil llegar a un entendimiento”, manifiesta Manuel Salazar Vela.
El secretario general de Comisiones Obreras (CC OO) en Jaén, José Moral Jaenes, insiste en que se encuentran en una estrategia sindical más defensiva que ofensiva o, dicho de otro modo, trabajan para que no haya retrocesos en lo que está firmado ante los constantes frentes abiertos que apuntan a lo contrario. “La patronal mantiene una estrategia feroz de recortes de derechos salariales y sociales. Cuando hay que firmar lo pactado, lo plantean como una renegociación. Antes, solo era un trámite. No hay duda de que los jiennenses son más pobres porque tienen menos capacidad adquisitiva y porque ven que las rentas del trabajo se derivan al capital”, concluye José Moral Jaenes.