Los trabajadores griegos en huelga rechazan las demandas del FMI y la UE
Los trabajadores griegos que han participado este viernes en la huelga de 48 horas contra las nuevas demandas que han hecho a Grecia el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea a cambio del nuevo paquete de rescate han denunciado que éstas son demasiado exigentes.
La Policía ha empleado gases lacrimógenos contra un grupo de manifestantes encapuchados que esaban tirando cócteles molotov, piedras y botellas en el centro de Atenas. Según la Policía, dos agentes han resultado heridos en altercados y tres manifestantes han sido arrestados. El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha señalado que en los próximos días habrá que decidir si se aceptan o no las demandas de los prestamistas --la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional-- y ha advertido de que está en juego la permanencia de Grecia en el euro. Venizelos ha dicho que, para evitar el impago, Grecia no tiene otra opción que aceptar las duras condiciones ligadas al nuevo paquete de rescate, valorado en 130.000 millones de euros, y el plan para reducir su gran deuda. La votación en el Parlamento sobre las nuevas medidas de austeridad se celebrará el domingo o el lunes, y el ministro ha señalado que la semana que viene habrá que decidir si Grecia acepta las condiciones y permanece en la zona euro o las rechaza y afronta sola tiempos más duros. "Ha llegado el momento de que tomemos una decisión", ha declarado Venizelos en Bruselas después de que los ministros de Finanzas de los países de la eurozona se negaran a aprobar de forma inmediata el plan de rescate. "Lamentablemente, tenemos que elegir entre unos sacrificios y otros sacrificios aún mayores", ha admitido. Venizelos ha insistido en que si Grecia quiere continuar usando el euro como moneda y seguir "dentro de Europa, hay que hacer lo que haya que hacer para aprobar el programa" de austeridad "y para que el PSI se complete a tiempo, antes de (...) marzo", cuando vencen 14.500 millones de euros de deuda. PSI son las siglas de Private Sector Involvement, el programa de reestructuración que prevé una condonación del 50 por ciento de la deuda de Grecia por parte de acreedores privados. Los recelosos ministros de la zona euro han dado a Atenas un plazo de seis días para demostrar su compromiso con las reformas aprobando una serie de leyes, haciendo un ahorro de otros 325 millones de euros y garantizando que el programa se mantendrá tras las elecciones, que podrían celebrarse en abril. El plan incluye una reducción del 22 por ciento en el salario mínimo, la eliminación de 150.000 puestos de trabajo en el sector público y la disminución de las pensiones.