Los sótanos del silencio

Y allí estuve yo. Lo que hoy es Archivo Histórico Provincial, vaya todo como reseña de que el convento de Santo Domingo, ya en 1751, lo consagra como el hospicio de pobres y colegio de huérfanos, el Rey Fernando VI, al que se unen bajo el mismo nombre las instituciones creadas en 1711,

    08 ago 2011 / 08:47 H.

    al quedar todo ubicado en el mismo convento. Quiero llevar todo este anteceder a la búsqueda en consultas sobre niños robados o fallecidos, que como eje de reclamación se centra en dicho archivo. En mis cortas luces, ya en los 60, cuando vine a Jaén, la Maternidad y el Hogar Infantil de La Victoria, eran edificios anexos en la calle Baeza. Y con ello, ¿qué quiero decir?, pues sencillamente, que un buen número de neonatos, pasaba por distintas circunstancias directamente de la Maternidad al Hogar. Vamos, que no hay más cera que la que arde. Eran abandonados por sus madres y padres, que solían darse menos a conocer. Así, yo conviví con varios compañeros, que sus madres eran internas de Los Prados, y que en la rueda del crecer, pasaron del Hogar a Santo Domingo. Allí, en mis siete años de estancia, conocí (aunque ahora no podría recordar), un número amplio de internos que fueron adoptados por distintas familias, pues eso era un comentario normal entre los que compartíamos patio. Y estoy hablando de vivos. Pero me voy a centrar esquemáticamente en A. A. Ch., ya fallecido o J. L. Chivite O., a quien un mes antes de abandonar el hospicio su madre procuró darnos sus nuevos apellidos: J. L. Espinosa Ch., era todo tan normal.
    NIcolás Ortiz es maestro industrial