Los seísmos no causan daños estructurales en Puente del Obispo
Un susto difícil de olvidar porque se repitió noche tras noche. Como una pesadilla vivieron los vecinos de la pedanía baezana de Puente del Obispo la oleada sísmica de septiembre, unos temblores que, ahora, ofrecen una tregua.
Y lo hacen en todos los sentidos porque, por un lado, la tierra ha dejado de moverse y, por otro, los daños sufridos en sus casas no son estructurales. Así lo determinan los informes emitidos por los arquitectos del Ayuntamiento de Baeza, que acudieron casa por casa a comprobar los daños.
Según fuentes municipales, los técnicos municipales certifican que la gran mayoría de los inmuebles solo sufrieron grietas y fisuras, pero no daños que mayor alcance que puedan afectar a la estructura de las casas. Por lo tanto, no revisten peligro. Solo hay contadas excepciones y no son culpa original de los temblores. Los arquitectos del Ayuntamiento de Baeza detectaron algunas viviendas con lo que se conoce como asientos diferenciales, es decir, que en el momento de la construcción se hizo una cimentación errónea. Este problema ha aflorado, precisamente, con los seísmos, pero no se puede decir que sea a consecuencia de ellos. En estos casos, muy puntuales, los afectados están pendientes de que se realicen las correspondientes catas para acabar de determinar el daño. En el peor de los casos, se deberán micropilotar las viviendas.
Los informes emitidos por la Corporación baezana revestían una especial importancia para la pedanía de Puente del Obispo. Los documentos servirá para que los residentes que sufren las consecuencias de los terremotos cuenten con una vía para poder reclamar indemnizaciones. Y es que no hay que olvidar que las pólizas de seguros no cubren, normalmente, las catástrofes naturales —entre las que entran los seísmos—. Sin embargo, sí recogen una cláusula que abre la puerta a acudir al Consorcio de Seguros. A través de estos informes, los vecinos afectados podrán tramitar las correspondientes ayudas.
El origen de esta nueva oleada se remonta al 14 de septiembre, cuando un temblor de 3,8 grados hizo saltar las alarmas en la comarca de La Loma. IU solicitó en el Parlamento andaluz que se frene la búsqueda de hidrocarburos, que comenzó 2012, mientras se aclara el porqué de esta “extraña” actividad sísmica. Por su parte, Mario Sánchez, experto en Geología, que ya investigó lo temblores de Torreperogil y Sabiote, explicó que los terremotos tienen su origen a una profundidad de entre tres y seis kilómetros, donde no hay máquinas trabajando.