Los rocieros se rinden ante la Inmaculada
Silvia Ruiz Díaz / Jaén
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Jaén se prepara para organizar el homenaje en honor de la Inmaculada Concepción, al que asisten trece cofradías y dos asociaciones. Mañana, celebrará el quinto certamen regional de coros rocieros.

La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Jaén se prepara para organizar el homenaje en honor de la Inmaculada Concepción, al que asisten trece cofradías y dos asociaciones. Mañana, celebrará el quinto certamen regional de coros rocieros.
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Jaén se viste, hoy, de gala para homenajear a la Inmaculada Concepción. El colectivo, además, se encargará, mañana, de la quinta edición del certamen regional de coros rocieros. Como señaló, “somos conscientes del compromiso adquirido, y sirva como ejemplo que, desde el día siguiente de la adjudicación, ya nos pusimos a trabajar”.
La jornada comienza, esta tarde, con la recogida de los asistentes. La organización invitó a las cofradías de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Málaga-La Caleta, Sevilla y Triana. También asisten las de Alcalá, Castillo de Locubín, La Carolina y Linares, así como las asociaciones rocieras de Baeza y Jamilena, y la Agrupación de cofradías de Jaén. A continuación, los devotos se concentran en la Plaza de la Constitución y suben hasta la Plaza de Santa María, en comitiva, encabezados por las enseñas (“bacalás”), piteros y banderas. La alcalcaldesa de Jaén, Carmen Peñalver, los recibe en el salón de plenos.
Por otro lado, los rocieros celebran, a las siete de la tarde, en la Catedral, una misa en honor de la Inmaculada Concepción, oficiada por el obispo de Jaén. Asimismo, se realiza la ofrenda de flores al simpecado de la capital, y Del Hoyo imparte su bendición con la reliquia del Santo Rostro. Los fieles tienen previsto concentrarse, también, en el Hotel Triunfo, donde se desarrolla la recepción oficial y a la que asisten autoridades locales y provinciales. Juntos, comparten sus vivencias y celebran su amor hacia la Madre de Dios.