Los rocieros jiennenses afrontan hoy el paso del Quema

Irene Bueno/Jaén
Los rocieros jiennenses cuentan ya los días y las horas que restan para llegar a la ermita de la aldea almonteña. Después de hacer noche en Puebla del Río, hoy vivirán una intensa jornada con el paso del río Quema y la entrada en Villamanrique, donde los espera su hermandad madrina.

    26 may 2009 / 11:13 H.

    La auténtica peregrinación, por caminos rurales y sendas de herradura, comienza hoy para los rocieros jiennenses. El tramo desde Puebla del Río, donde el grupo hizo noche, hasta Villamanrique de la Condesa, está plagado de emociones y de vivencias difíciles de narrar. Entre ellas, el paso por el río Quema, momento en el que las arenas marismeñas ya se sienten más cerca. El vocal de Relaciones Públicas, Juan Bautista Jiménez Hermoso, explica que las dos jornadas que se han completado de camino han transcurrido con un gran ambiente romero, de hermandad, de oración y de convivencia. Destaca la entrada en La Luisiana, el domingo por la tarde. Apunta que todo el pueblo, encabezado por su Corporación Municipal, aguardaba la llegada de los peregrinos jiennenses. La primera parada se realizó en la parroquia de La Inmaculada donde los rocieros depositaron flores ante la patrona del municipio sevillano. Momentos más tarde, la comitiva los acompañó hasta el paraje en el que el grupo hizo noche. Entre el cante, la oración y la tertulia, se adentró la madrugada del lunes, con los ojos de los romeros puestos en la mañana para reemprender el trayecto. Ayer cubrieron La Luisiana-Puebla del Río, el último tramo que se hace por carretera antes de sustituir la marcha de los automóviles por el paso de los animales. Casi mil personas y unos cien vehículos, entre carretas y todoterreno, saldrán esta mañana de Puebla del Río hacia Villamanrique de la Condesa, donde les espera su hermandad madrina. Esta mañana se unen al grupo las últimas incorporaciones, entre ellos la asociación religiosa de la Virgen del Rocío de Baeza, que hace el camino con unos cincuenta caballos. Los rocieros expresaban ayer sus ganas de alcanzar Villamanrique, donde estrechar a los hermanos en la fe. En este municipio tiene lugar un momento muy especial del camino, cuando los mulos que tiran de las carretas suben las escalinatas hasta la iglesia donde los esperan los integrantes de la cofradía anfitriona._Jiménez Hermoso recuerda, además, el amplio e “impagable” servicio que presta la Guardia Civil que los acompaña y les da seguridad en el camino.