Los robos a agricultores de Begíjar “secan” su campaña

Dos robos con destrozos en las fincas e instalaciones de un grupo de unos treinta agricultores, vecinos de Begíjar, en apenas dos meses. Una pesadilla que se repitió para estos socios de la comunidad de regantes Sector 3 de las Vegas Medias del Guadalquivir. En el último golpe, hace ahora tres semanas, cortaron el cableado para dejar sin electricidad todo el recinto de la nave de riego, rompieron el vallado por el que se accede y, una vez dentro, fue como si pasara el caballo de Atila, no volvería a crecer la hierba.

14 ago 2014 / 22:00 H.

“Cogieron una retroexcavadora que teníamos para unas obras y rompieron la puerta para llevarse los dos transformadores grandes”, relata Juan Corral, uno de los agricultores de Begíjar afectados. Dentro de la nave, más de lo mismo. Cables cortados, maquinaría rota y hasta una pequeña inundación por el agua que se derramó al romper la instalación. Horas después, a la luz del día, fue el momento de volver a contabilizar daños, al igual que hicieron justo dos meses antes, con el primer robo: “Calculamos que, entre ambos, son unos 50.000 euros en pérdidas por los destrozos en los sistemas e instalaciones”.
Pero ahí no quedan las pérdidas. Sin riego, en pleno mes de agosto, la cosecha no aguanta. “Nos lo han hecho en la peor época del año”, asegura. Ellos cultivan algodón, maíz, frutales, cebollas y ajos. “Hemos estado algo más de una semana sin poder regar. Después, instalamos uno de los dos transformadores nuevos y ahora regamos al 75%”, dice Juan Antonio Corral, afectado también. “Aún no se puede contabilizar las consecuencias de estar sin regar, pero el algodón tiene muchas hojas sueltas”, reconoce. Y hace un cálculo aproximado de las pérdidas de la cosecha: “Puede estar en torno a un 15%”.
Del primer robo, los seguros consiguieron cubrir aproximadamente un 50% de las pérdidas. Una nueva inversión para poner en marcha los sistemas de riego que apenas dos meses pudieron volver a disfrutar. Ahora no saben cuánto recuperarán, pero sí que van a montar un sistema de seguridad aún más sofisticado, para reforzar las instalaciones. Mientras, la investigación de la Guardia Civil continúa. “Y no somos los únicos. Según nos comentan los peritos del seguro, hay un verano muy movido”, añade. Y así parece ser. A principios del mes de julio, la organización agraria COAG denunció una oleada de robos en las comunidades de regantes desde que comenzó este año, acentuados especialmente en los últimos meses. Solo en las zonas de Mancha Real, Jaén y Torres se habían producido ya cuatro robos, concretamente en las comunidades de regantes de Pozo Blanco, San Isidro, Jarafe Casicas y Cruz de los Caminos. También en la zona de Villargordo se han registrado varios de estos episodios. De hecho, la comunidad de regantes El Valdío, de este municipio, ha sufrido ya dos robos en los últimos meses. Y el “modus operandi” siempre el mismo: los ladrones se introducen por las noches en los centros de transformación y se llevan todo el cobre y herramientas que encuentran, desconectando los sistemas de alarma. Y el pasado 23 de julio, el secretario general de COAG en Jaén, Juan Luis Ávila, se reunió con el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, para abordar los “continuos robos”  y solicitar un plan de acción especial de vigilancia en esos lugares y también  “una mayor vigilancia también en los desguaces para que se controle la procedencia del cobre que entra y que se asegure que no es robado”.