Los que escriben con estilográficas

Estilografica.blogspot.com”. Este es el nombre de una bitácora con la que me tropecé por casualidad y con la que estoy disfrutando mucho. Tiene unos buenos artículos en los que se cuentan con pasión cosas relacionadas con ese mundo de las estilográficas.

    07 jul 2012 / 10:02 H.

    Su creador fue un profesor     de instituto que transmite     su afición; y hay quienes colabo-ran haciendo sus comentarios,     con preguntas y opiniones sobre las distintas marcas, sobre la limpieza, los tipos de recarga, el grosor de los plumines, sobre sus colecciones. Lástima que dejó de     escribir en 2009.

    Muchos pasamos un periodo de convivencia con las plumas hasta que un día desaparece el interés, nos cansamos de ellas, y van directas a un cajón a dormir el sueño de los justos. Dice el profesor que tienen un efecto contagioso, porque cuando alguien escribe con pluma atrae adeptos enseguida. Yo creo que es verdad. Al ver a un compañero de trabajo que la lleva siempre, di en pensar en las mías un buen día y las rescaté después de años de olvido.

    Cuenta JMGS, así firma sus     escritos, lo agradable que     le resulta viajar con alguna de ellas; hacer anotaciones y dibu-    jos sobre los lugares que visita,     o anotar impresiones y sensaciones. Sobre los cuadernos de notas prefiere el moleskine, que tiene una banda de goma para cerrar-    lo y sujetar las hojas.

    Quien ama los libros no suele comprar colecciones enteras para adornar; porque buscarlos por ahí en librerías de viejo, en ferias o en puestos ambulantes es toda una aventura. Hay quien busca todo lo publicado de una misma obra querida. Fidel Gómez, quien me contagió el amor a la lectura, coleccionó un sinfín de ediciones del Quijote. Con las plumas pasa igual; si compras una colección de treinta las estás disfrutando unos momentos, pero no es lo mismo que adquirirlas una a una, nuevas o viejas en mercadillos de cualquier parte, para llevarlas a casa como un tesoro, desmontarlas, lavarlas y que vuelvan a funcionar en tu mano. Tienen personalidad propia, y parece que todas te dicen cómo quieren escribir; con cada una haces trazos distintos, letra más grande o más pequeña, más o menos redonda, le das diferente inclinación y cambias sin querer la longitud de las astas y las colas.

    En esta bitácora que digo, he observado que casi todos los que participan escriben bien; el autor, muy bien. No quiero ni acordarme de lo que he visto en otras páginas buscando información sobre cualquier asunto. Será porque los que usan estilográficas aman la escritura y seguramente tienen conciencia de que se debe hablar y escribir con corrección.

    Juan de Dios Jódar es funcionario