Los policías que custodiaban a Ruth B. V. evitaron que se ahogara con su propia ropa

Rafael Abolafia / Jaén
Ruth B. V. intentó quitarse la vida el pasado viernes, cuando apenas llevaba doce horas retenida en una habitación del Módulo Penitenciario del Hospital de Jaén. Solo la rápida intervención de los policías que custodiaban a la parricida de La Alcantarilla impidió que se quitara la vida, asfixiándose con su propio vestido.

    06 oct 2011 / 09:09 H.


    El intento de autolesión se produjo en la tarde del pasado viernes. Ruth B. V. estaba a solas en su habitación. Los agentes, que vigilan en la puerta de forma permanente, escucharon ruidos extraños en el interior de las dependencias. Como un jadeo. Entraron rápidamente y encontraron que la mujer se había anudado su propia ropa. De inmediato, se abalanzaron sobre ella e impidieron que siguiera adelante con su acción.
    Desde entonces, Ruth B. V. permanece amarrada a su cama con unas correas. De este modo, se pretende evitar que vuelva a intentar autolesionarse. Hay que recordar que la autora confesa de la muerte de sus dos hijos contó a la Policía y al juez que, después de los crímenes, también intentó quitarse la vida. Aseguró que pretendió herirse con un cuchillo de cocina. Tan solo se pinchó de forma superficial en el estómago y en otras partes de su cuerpo, sin llegar a causarse lesiones. La mujer aseguró ante el juez que no se atrevió y que comprendió que tenía que pagar por lo que había hecho. La Policía se incautó del arma y ahora forma parte del procedimiento judicial abierto.
    Una vez detenida, Ruth B. V. volvió a intentarlo. Fue el viernes por la tarde. En esta ocasión con su propia ropa. Los policías que la custodian lo evitaron. Desde entonces, se han extremado las precauciones en el Módulo Penitenciario del Hospital de Jaén, donde la doble parricida permanece ingresada desde la madrugada del pasado viernes, justo después de ser detenida por la muerte de sus dos hijos. Permanece en el recinto sanitario porque así lo recomendaron los médicos, sobre todo atendiendo a su salud mental. Allí le tomaron declaración tanto los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional como el juez del caso, Fernando Moral.
    El Módulo Penitenciario ocupa parte de un ala del Hospital Neurotraumatológico de Jaén (antiguo Princesa). Se accede por una puerta que está cerrada con llave y custodiada por un policía de forma permanente. También la habitación que hace las veces de celda de Ruth B. V. está cerrada a cal y canto. En este recinto, convive con otros presos o detenidos que, por su estado de salud, no pueden estar en la cárcel o en los calabozos. Además de los policías que custodian el módulo y los que realizan los traslados, al recinto solo pueden acceder los médicos. De hecho, la detenida no puede recibir visitas de sus familiares. Únicamente su abogada tiene permiso para entrevistarse con ella mientras esté ingresada en el Módulo Penitenciario del Hospital. Ruth B. V. permanecerá en esta situación hasta que reciba el alta médica.
    Todavía no se sabe si mañana abandonará estas dependencias de forma temporal para acudir al Juzgado de Instrucción número 1. Está citada para la comparecencia que marca la Ley del Jurado, en la que se le comunicarán formalmente los cargos que se le imputan. No se descarta que esa comparecencia se celebre en el hospital.

    El fiscal pide que forenses estudien el estado mental de la parricida
    Los forenses tendrán que determinar si Ruth B. V., la mujer que confesó haber asfixiado a sus dos hijos en su casa, está en condiciones psicológicas para responder ante la Justicia por el doble crimen. De hecho, la Fiscalía tiene previsto pedir que se estudie el estado mental de la mujer para determinar si es imputable o no.
    Policialmente, el doble parricidio de La Alcantarilla está resuelto. Sin embargo, todavía queda una larga instrucción judicial por delante. De hecho, el Ministerio Público pretende que la investigación sea lo más exhaustiva posible. No se quiere dejar ningún cabo suelo y, por ello, la Fiscalía tiene previsto solicitar al juez del caso, el magistrado Fernando Moral, la realización de una serie de diligencias. Una de ellas será un informe de imputabilidad, es decir, los psiquiatras forenses del Instituto de Medicina Legal tendrán que estudiar el estado mental de Ruth B. V. y determinar si sufre alguna anomalía o alteración psíquica que pueda atenuar o, incluso, anular totalmente su responsabilidad penal.
    No es la única diligencia de investigación que tiene previsto solicitar el Ministerio Público mañana viernes. Será durante la comparencia judicial de la detenida que, como marca la Ley del Jurado, debe ser informada formalmente de los delitos que se le imputan. La Fiscalía anuncia que pedirá al juez del caso, Fernando Moral, que se aporte al procedimiento el historial médico de la mujer. Hay que recordar que Ruth B. V. fue tratada tras sufrir una depresión tras el nacimiento de su segundo hijo hace casi cuatro años. Fuentes judiciales cercanas al caso aseguran que, por su cuenta, dejó de tomar la medicación hace unos meses. Del mismo modo, el fiscal pretende que se realice una reconstrucción de los hechos en el lugar del crimen. Se trata de un documento que no consta en el primer atestado policial.
    Igualmente, el Ministerio Público solicitará que se analice el contenido de varias muestras recogidas en el piso de la calle Alcalde Cancio Uribe. Entre ellas está el contenido de los yogures que, según Ruth B. V., dio de comer a sus hijos. La parricida aseguró que había mezclado tranquilizantes con esa comida para que los pequeños se durmieran. Después, tal y como declaró ante la Policía Nacional y ante el juez instructor, los asfixió taponándole la nariz y la boca con una manta.
    Al procedimiento todavía deben aportarse dos diligencias importantes para aclarar lo que sucedió en la tarde del pasado jueves en el segundo piso del número 2 de la calle Alcalde Cancio Uribe. La primera son los informes definitivos de las autopsias, que deben determinar la hora aproximada en la que murieron los pequeños Álvaro y Alejandro, así como las causas exactas de los fallecimientos. La otra es el registro de las llamadas que Ruth B. V. realizó aquel día. Se trata de aclarar cuánto tiempo pasó entre los crímenes y el momento en que la parricida confesa telefonea a sus familiares y les cuenta lo que había hecho. Y es que según la declaración prestada por la mujer, tardó casi tres cuartos de hora en dar aviso de lo ocurrido.
    La decisión de aprobar la realización de todas estas diligencias de investigación corresponde al juez del caso, el magistrado Fernando Moral. Mañana, escuchará a las partes personadas hasta el momento (Fiscalía y defensa) y adoptará una resolución.

    Acusada de un doble asesinato
    Formalmente, Ruth B. V., de 37 años, está imputada por dos delitos de asesinato. Así se especifica en el auto de prisión dictado por el juez Fernando Moral el pasado sábado. Dictó la orden de ingreso preventivo en la cárcel contra la parricida confesa de La Alcantarilla después de tomarle en el Módulo Penitenciario del Hospital. Ruth B. V. permanece allí ingresada y en tratamiento. La mujer confesó ante su señoría que asfixió a sus hijos después de proporcionarles un tranquilizante mezclado con yogur. Justificó sus crímenes asegurando que no quería ver sufrir a sus hijos en este mundo. La mujer aseguró que, a raíz de su depresión, había tenido varios impulsos suicidas y que no soportaba la idea de dejar a sus niños solos y desprotegidos cuando ella no estuviera. Por eso, los mató, según explicó en sus sucesivas
    declaraciones.