Linares. Los “Pikikis” reaparecen un mes después de su proceso judicial
Mariela Soriano / Linares
El detenido por intento de atraco en un comercio el pasado martes es miembro de los “Pikikis”, que reaparecen sólo un mes después de que se celebrara el juicio, en el que se acusó a tres miembros de este clan de matar a un “mallarín”.

El detenido por intento de atraco en un comercio el pasado martes es miembro de los “Pikikis”, que reaparecen sólo un mes después de que se celebrara el juicio, en el que se acusó a tres miembros de este clan de matar a un “mallarín”.
El valor del propietario impidió que el delincuente lograra su objetivo.
Hace poco más de un mes la Audiencia Nacional de Jaén acogió el juicio en el que se acusaba a tres “pikikis” de matar a un “mallarín”. Los miembros del primer clan, que desde el momento en el que se produjo este crimen se encuentran “desterrados”, reaparecieron de nuevo en la ciudad. De hecho, uno de ellos fue el arrestado por los agentes de la Policía Nacional, el pasado martes a primera hora de la mañana, como presunto autor del intento de atraco en un establecimiento de comestibles que se encuentra situado en las inmediaciones de la carretera de Baños, tal y como indicaron fuentes policiales.
Para perpetrar el robo, se presentó en las instalaciones con una escopeta de cañón doble recortado, pero se topó con la valentía del propietario, que en esos momentos se encontraba acompañado por su hijo. “Llegó un hombre con una chaqueta roja y la cabeza tapada por un gorro y me puso el arma en el pecho, al mismo tiempo que me pedía el dinero que se encontraba en la caja registradora”, recuerda el responsable de las instalaciones.
En ese momento, y en un intento de calmar los ánimos y no perder todo lo recaudado, le ofreció lo que tenía en los bolsillos. “Yo le preguntaba si estaba de cachondeo y entonces fue cuando apuntó al techo y realizó el primer disparo”, dice. De nuevo le solicitó el dinero de la caja y, cuando el propietario del negocio le retó con la frase “no tendrás valor”, tiró otra vez. “Ahí fue cuando, pensando que no le quedaba más munición, me abalancé sobre él y mi hijo, que se encontraba conmigo, hizo lo mismo. En el forcejeo, llegamos hasta la puerta de la calle y nos quedamos ahí, sobre él, hasta que llegaron los agentes policiales”, manifestó.
Un arrojo de valentía y coraje para mantener lo que había ganado con su trabajo: “Sólo es el valor que Dios te da en una situación así”. Ahora, una vez que el presunto autor del atraco frustrado se encuentra a disposición judicial, la Policía Nacional mantiene abiertas las investigaciones para esclarecer todo lo ocurrido. El detenido fue atendido en el Hospital San Agustín, desde donde fue trasladado al Complejo Hospitalario de Jaén, donde permanece ingresado.