Los parados de Primayor dejan el campamento en Nochebuena

Hoy es Nochebuena y el campamento reivindicativo de los trabajadores que se quedaron sin empleo por el cierre de la factoría cárnica Primayor cumple 165 días. Sin duda, se trata de una noche especial para pasarla con la familia. Por ello, los desempleados de Primayor han decidido, excepcionalmente, abandonar la acampada de manera voluntaria por primera vez y marcharse a casa. Esta noche, no habrá un solo desempleado tirado en la calle para decirle a la Junta que le dé el trabajo que aseguran que le prometieron. Todos vuelven a casa, aunque será de manera excepcional. El 26 por la mañana, las tiendas de campaña regresarán a la Plaza de la Concordia.
Uno de los portavoces de estos desempleados, Manuel López, asegura que será la primera vez que abandonan el campamento reivindicativo de forma voluntaria. La noche del 19 al 20 de noviembre también lo hicieron, aunque fue a regañadientes, ya que les recomendaron que hicieran un “paréntesis” en su protesta debido a la jornada electoral. Ayer, estos parados volvieron a manifestarse por las calles del centro de la capital. Subieron desde la Plaza de la Concordia hasta la de San Francisco para protestar frente al edificio de la Diputación Provincial. Lo hacen porque consideran que Francisco Reyes —que preside esta Administración— fue protagonista de la promesa de recolocación en otras industrias —durante su periodo como delegado del Gobierno andaluz— y no la ha cumplido, según explican estos manifestantes. Ahora, viven de las prestaciones —alrededor del 90%— que cobran después de acabar el subsidio de desempleo. Solo son 426 euros, que a buena parte de ellos se les acabará en febrero —se estima que lo dejarán de cobrar un 30%—. Mientras, según ha podido saber Diario JAEN, la empresa trabaja con dos empresas. Quiere que se instalen en la capital o sus inmediaciones para que recoloquen al mayor número de estas personas. Sin embargo, los parados de Primayor no se fían y aseguran que seguirán acampados hasta que encuentren una solución definitiva. Enrique Alonso / Jaén