Los pantanos respiran por fin con la lluvia y las últimas nevadas

El invierno es lluvioso y los pantanos comienzan por fin a reflejar de manera clara ese incremento de las precipitaciones y todo lo que ello representa de respiro para garantizar el suministro en todas sus vertientes. La situación se dibuja de auténtica bonanza, porque también las previsiones apuntan a que febrero será un mes en el que la meteorología será favorable en este sentido, siempre con la precaución de tomarse los pronósticos como lo que son. Los pantanos de la provincia respiran, de manera figurada, si se tiene en cuenta que prácticamente han duplicado el agua embalsada en los últimos tres meses. El desembalse de La Bolera es la imagen más evidente de que el momento es de bonanza sin lugar a dudas, sobre todo, gracias a las nieves que con el deshielo llegan poco a poco a las presas para aumentar su caudal, con un espesor en los alrededores que alcanza los cincuenta centímetros de espesor en algunos puntos. Hace siete años se abrieron también las puertas de este embalse, todo un espectáculo visual que vecinos de Pozo Alcón y de la comarca disfrutan también ahora. Con todo, el porcentaje medio ronda el treinta y cinco por ciento, una cifra que es buena comparada con el seco comienzo del año, pero tampoco para tirar las campanas al vuelo. Aunque pueda parecer que nos encontramos en una época de bonanza desde el punto de vista de reservas hídricas, es evidente que el agua jamás sobra. Sobre esa máxima elemental y tantas veces repetida, hay que hacer un ejercicio de responsabilidad y recordar que el ahorro debe ser norma elemental. Desde el punto de vista doméstico, aunque sea este tipo de consumo el que menos volumen representa en el global, con la agricultura a la cabeza con diferencia. Cara y cruz de un mismo mensaje: lectura positiva por las cifras favorables, pero siempre con la espada de Damocles de jugar con un bien que es y será siempre escaso.

    27 ene 2009 / 23:00 H.