Los pantanos, con las reservas al 56,68%, no levantan cabeza

Ni está ni se la espera. No hay previsión del tiempo que arroje un hilo de esperanza para aquellos que desean que llueva de forma abundante. Entre ellos, los pantanos, que aguantan el tipo ante este final de otoño un tanto atípico, con temperaturas altas y precipitaciones nulas. Esperan que llueva como agua de mayo porque sus reservas están ya al 56,68% de su capacidad, hasta 14 puntos menos que ahora hace justo un año. La situación empieza a ser un tanto alarmante porque, según el Informe de Sequía semanal emitido por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, ya hay un pantano, el Dañado, que ha entrado en la calificación de “emergencia”, es decir, que el agua embalsada que guarda no es suficiente para garantizar la demanda para los próximos doce meses. Sus reservas son del 47,74%.

08 dic 2015 / 10:42 H.

No es el único que atraviesa un mal trago. El Rumblar y el Aguascebas están dentro de la calificación de “prealerta”, lo que supone que no garantizan la demanda para los próximos tres años. Mientras tanto, La Bolera, con un 20,76% de capacidad, está en situación de “alerta” —no hay agua para dos años—.

De esta manera, los pantanos, poco a poco, semana a semana, pierden reservas y las previsiones no apuntan a que lleguen las ansiadas lluvias. De hecho, todavía no hay indicativos de que vaya a caer una gota durante toda la semana. No hay que olvidar que el mes de noviembre tuvo un carácter muy cálido, con una temperatura media sobre España de 11,4 grados, valor que supera en 1,5 a la media de este mes —el periodo de referencia es de 1981-2010—. En el caso de Jaén, la temperatura fue 1,3 grados más alta de lo normal. En el caso de las precipitaciones, ni tan siquiera llegaron al 53% de lo habitual para el mes de noviembre, por lo que la Agencia Estatal de Meteorología que es seco. En el caso de España, el valor que queda casi un 40% por debajo de la media, que es de 79 litros por metro cuadrado.

Mogón. Y mientras más secos están los pantanos de la provincia, más turbia sale el agua de los grifos de los vecinos de Mogón. Desde el pasado viernes, el líquido es de un color marrón cada vez más oscuro, por lo que no solo no es apta para el consumo, sino que prácticamente no se puede utilizar para nada, denuncian los vecinos. El problema es que cada vez que el Aguascebas está “bajo mínimos”, como ocurre en estos momentos, el agua sale “sucia” ya que recoge los lodos del fondo y llega a las casas sin depurar. Según el último parte emitido por la de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el pantano está al 48,5% de su capacidad, 20 puntos menos que en diciembre del año pasado.