Los mínimos
A pesar de que gentes, de no muy elevado tono intelectual, pretendan engañarnos, suelo usar la expresión “me da la impresión” y como en estos estilos y modelos estamos, pues los voy a usar a mansalva. A los que tenemos colocados y pagamos, el pueblo, para ejercer de fuentes del más puro granito desinformativo, les aconsejaría que analizaran un poco los decires que manan de sus generalmente muy duros rostros, cobertores de intensas escaseces neuronales y ausencias culturales, ya que es más que frecuente que digan unas tonterías que si las unieran optarían al más grande de los premios de la ignorancia y de la risa, algo así como si hubieran heredado el oficio de payasos.
Cual panem nostrun cuotidianum, se ha celebrado otra manifestación en Jaén. IU protesta de la intensidad, los métodos o el estilo usado por estos funcionarios dedicados a imponernos todo lo que al Gobierno le dé la gana, para eso se votaron. Ahora los recuerdo así hace años. Los recuerdo incluso vestidos de gris, color algo más fresco, dando los palos que les ordenaban dar, pero desde luego jamás oí algo tan patético como que para explicar que pegar como pegan a los que les mandan, al pueblo, usando de sus derechos, utilicen “La fuerza mínima imprescindible”. Quien tal afirma debe explicar lo que sueña con ese decir. Con respecto a mí, me da exactamente igual. Me da pena y me parto de risa. ¡La fuerza mínima imprescindible! Me tiendo en el suelo y me revuelco envuelto en carcajadas. Así nos va.
Félix Martínez es escritor.