Los loperanos se rinden ante su patrón, San Roque

José Luis Pantoja/Lopera
Culminan las fiestas patronales marcadas por una gran afluencia de loperanos y devotos a San Roque. El sofocante calor de la noche de agosto no fue obstáculo para que el patrón de Lopera recorriera las calles del municipio acompañado por sus paisanos.

    18 ago 2011 / 10:25 H.

    Representantes de todas las cofradías de Lopera, autoridades municipales, la banda de tambores y cornetas de Juan Alcalá, los hermanos mayores José y Juani Bueno, hermanos sanroqueños con sus bandas y medallas, los niños portadores de las típicas farolas de sandía y devotos, en general, no quisieron perderse la cita con el patrón de Lopera, San Roque. Los actos comenzaron el día 14 con el tradicional pregón, en esta ocasión a cargo de Marcos Corpas Ruiz, el cual recibió una placa conmemorativa del XIX pregón al patrón por parte de la cofradía. A continuación, el municipio se volcó en la verbena amenizada por la orquesta “Trío Bohemia”.
    El día 15, tras el solemne triduo al patrón, tuvo lugar en los salones de Jesús el sorteo para elegir a los nuevos hermanos mayores de cara al año 2012. Al mismo se presentaron un total de 16 candidatos, de los que resultó elegida por sorteo la vecina Paqui Gutiérrez como nueva hermana mayor.
    Ya el 16 de agosto, día grande de las fiestas, a partir de las 12 de la mañana, hubo un repique general de campanas y cohetes; a las ocho y media de la tarde se celebró la solemne eucaristía oficiada por el párroco y capellán de la cofradía, Luis Velasco de la Coba, y cantada por el coro parroquial a la que asistieron autoridades, presidentes de cofradías y devotos en general. Acto seguido se besó la santa reliquia del patrón y se repartieron las típicas roscas de San Roque y se procesionó la imagen del patrón desde la parroquia hasta la ermita. Al llegar San Roque al fin de su recorrido, se vivieron unos momentos de gran emoción y respeto que, junto con la quema de unos vistosos fuegos artificiales, patrocinados por la cofradía, hicieron del momento algo aún más mágico. Una vez concluidos los fuegos, el patrón de Lopera volvía a entrar en su ermita entre los aplausos de los lugareños. Así se encerró San Roque en su ermita, hasta el próximo año.