Los jóvenes tienen la llave del cambio

Las elecciones municipales son historia. Hoy comienza, dicen algunos, el primer día de la precampaña para las elecciones autonómicas y las generales de dentro de un año. Los alcaldes salidos de las elecciones celebradas ayer y los candidatos de las próximas tendrán que tener muy en cuenta a partir de ahora a esa marea, sobre todo de jóvenes, que está acampando en numerosas ciudades españolas.

    23 may 2011 / 08:53 H.

    En Jaén empezaron unos pocos y ya son varios centenares los que acuden a sus asambleas y participan en las distintas protestas que realizan. Su protesta es pacífica pero ya están recibiendo mucha “leña” por parte de diversos medios a los que se cree que estas movilizaciones pueden perjudicar. O por si acaso pueden perjudicar. Además, la Junta Electoral Central también les ha puesto trabas al prohibirles que sigan reunidos, acampados o concentrados el día de reflexión y el día de las elecciones a pesar de que no han mostrado símbolo electoral alguno ni han pedido el voto ni nada que se le parezca. Nada de eso les ha arredrado. Al contrario, les ha estimulado porque como dice el refrán, ladran luego cabalgamos. Y debe ser así porque cada vez son más las personas que se suman a estas protestas. Han sido y son la sorpresa de estos últimos días. Su irrupción fresca y diversificada por numerosas plazas españolas ha dejado en evidencia varios asuntos: si los jóvenes quieren, pueden; cuando quieren, sorprenden y los mayores no han sido capaces de dar, de momento, respuesta a sus demandas. Sus peticiones son tan razonables como complicadas de resolver porque los que tienen que solucionarlas son, precisamente, los que crean o han creado las condiciones, por acción u omisión, para que éstas se hayan producido. Y si llevaran a cabo, en un alarde de generosidad y de buena praxis política, algunas de las demandas que plantean perderían parte del poder al que se aferran las estructuras de los partidos políticos actuales. Se necesitaría una catarsis a la que pocos quieren abonarse por las interrogantes que plantea su resolución. Personalmente, me alegro enormemente de que los jóvenes, sobre todo, hayan dado el paso. Sería una lástima que este viento fresco no sirviera para empezar a cambiar cosas que son de sentido común. O que se prioricen otras, que también son de sentido común, que estén en vanguardia de las preocupaciones y de las soluciones de los distintos gobiernos. Por eso, espero que tanto los nuevos alcaldes como quienes intentan pelear por llegar al poder el año que viene tengan más en cuenta a sus electores y no se despreocupen de ellos y sólo se acuerden cada cuatro años, como por desgracia ocurre en algunos casos, o esa impresión da en otros. Espero que tras la aparición de estas plataformas o movimientos, nada de eso sea igual. De lo contrario, como dice uno de los lemas de la plaza de la Constitución, de Jaén: si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir.
    José Valero es periodista