Los hábitos saludables de los hijos empiezan en los padres

Lo que se intenta trasladar es el rol de la familia y hacia dónde debe evolucionar. Quizá, actualmente, no tiene el impacto suficiente para que una necesidad se convierta en hábito. Un hijo se socializa por tres entornos: familia, centros educativos y social —medios de comunicación, por ejemplo—. Se debe cuidar que los entornos coincidan con los valores que yo, como padre, creo que tienen que estar presentes, es decir, buscar que haya coincidencia en una misma línea entre esos agentes”, asegura Miguel Ángel Morales Cevidanes, Doctor en Educación Física y ponente del curso “Educación de los hábitos saludables en la edad escolar”, cuya intervención se enfocó en el empleo de la actividad física como herramienta de preponderancia para habituarse a conductas saludables.

29 ago 2014 / 10:03 H.


El profesor diferenció tres roles que los padres suelen presentar respecto a los ejercicios físicos de sus hijos: “El padre que va, el padre que está y el padre que se implica. El que lo lleva a la actividad y, cuando acaba, lo recoge y ya está; el que pregunta al hijo sobre cómo ha ido y se interesa por la evolución, y, luego, el que se implica, que habla con el entrenador, que pone el coche a su disposición, etc.étera. Sin embargo, Morales Cevidanes cree que se debe dar “un paso más” en este aspecto y crear un nuevo papel. “Yo apuesto por otro rol: el padre que participa en el deporte junto con su hijo y, así, ser el modelo de referencia y de acercamiento afectivo”, afirma, y acuña un término, el de “pereza social”, para explicar por qué los padres cometen el error de descuidar la imagen que le ofrecen a los pequeños. “Al final, lo que tú no haces, a tu hijo le costará más trabajo. Elegir entre lo urgente [el trabajo] o lo importante [la familia]”, continúa el ponente.

“Existen tres factores, en este sentido, para que el hijo se involucre en este hábito: primero, que le guste, que no sea una imposición de los padres; segundo, que el referente escolar le motive, y, tercero, que sus padres también hagan ejercicio”, detalla, además de detenerse en el entorno educativo, como parte relevante del proceso, puesto que los docentes deben fomentar “actividades innovadoras” que añadan “atractivo” para los alumnos. Según Morales Cevidanes, sí que hay un cambio en los propios profesores de Educación Física, que están más concienciados con el tema, y avisa de que “dos horas a la semana no provoca adherencia a la práctica deportiva, pero sí a la concienciación”. Por último, lanzó un mensaje motivador para los progenitores, el de fomentar una actitud receptiva para que el hijo se acostumbre: “Si creemos que es importante la actividad física y sabemos que dependen de estos elementos, vamos a ponerlo en práctica”.