Los gobiernos han de mirar con lupa el dinero dado a los bancos

En Estados Unidos se está conociendo ahora, por la labor de investigación de algunos medios de comunicación, que el dinero aportado a mansalva por la Reserva Federal para apuntalar el sistema financiero norteamericano se ha usado para fines espúreos. Citamos varios casos, una compañía que ha gastado 50 millones de dólares para un jet privado, otra que ha dilapidado tres millones de dólares en celebrar el Carnaval entre sus directivos y otra que parte de los fondos fueron usados para acondicionar el despacho de altos cargos y remozar los cuartos de baño con mármol.

    06 mar 2009 / 15:17 H.

    Ante estos casos, de verdadero escándalo, la sociedad norteamericana parece estallar en cólera y los responsables políticos están tomando cartas en el asunto. No es para menos, no ya que han sido los directivos de los bancos americanos quienes nos han llevado al resto del mundo a la bancarrota sino que también se jactan ahora de usar el dinero de todos para seguir haciendo lo que quieren con él, malgastándolo y dilapidándolo en lujos y bravuconerías como la del avión.
    Hasta ahora, la ciudadanía americana había respondido de forma tímida al abuso, autorizado por el Gobierno, de cláusulas de indemnización multimillonarias e incluso se han aceptado sueldos abusivos para una etapa de crisis y recesión bestial como la que padecemos. Pero que ahora se conozca que para esta gente no hay crisis, que tira el dinero a espuertas, conforme le entra del tesoro público, supone un estadío inaceptable. Obama, el flamante presidente, tiene una complicada situación que resolver porque a los americanos les pidió un esfuerzo común para salir de la peor crisis financiera vivida y si no corta de raíz con la dilapidación del dinero público por parte de estos desalmados directivos, nadie querrá arrimar el hombro, más aún, cuando el ciudadano sabe que él no ha hecho nada malo. Que los gobiernos miren con lupa el dinero que dan.