Los comercios cogen aire con la iniciativa del Día del Stock
El pequeño comercio tiene que buscar su futuro en la imaginación, en propuestas alternativas que saquen al potencial comprador de la rutina y lo atraigan con reclamos fuera de los canales convencionales. Lo que este pasado sábado se vivió en la capital con el Día del Stock es la prueba de que, con esas premisas, se puede capear el temporal económico por el que ahora se atraviesa y que, además, es posible salir más que airoso.
La iniciativa funcionó. Hasta el punto de que los organizadores hablan de “rotundo éxito”. Esa es la valoración general que hacen los más de cien establecimientos que se adhirieron a la propuesta, tanto que a buen seguro la propuesta se repite más adelante. Pero también en la otra cara de la moneda, en la de los clientes, funcionó. Los jiennenses respondieron y salieron a la calle como si se tratase del primer día de las rebajas de verano o de invierno, sólo que esta vez era otoño y no se trataba de un primero de mes, precisamente. El beneficio se puede decir que fue mutuo, porque los vendedores hicieron caja, con lo que ello supone de liquidez en estos tiempos de crisis, y el comprador se llevó a casa productos muy por debajo de su precio habitual. Algunos, auténticas gangas. Hay que tener en cuenta que contribuyeron al buen resultado final otros factores ajenos a la iniciativa, como el traslado histórico a la capital de la Virgen de la Cabeza, que atrajo a la ciudad a numerosos vecinos de otros municipios, además del hecho de una climatología más propia de la primavera, que propiciaba pasear por las calles.
El sector del pequeño y mediano comercio no puede pretender competir en los nuevos tiempos con las propuestas de siempre. Los empresarios lo saben y esa es la línea que tienen que sostener. Si, además, cuentan con el respaldo institucional del Ayuntamiento, como es el caso que nos ocupa, el éxito está prácticamente asegurado.