Los colegios como instrumento para cultivar la paz del futuro

Nuria Fernández /Jaén
Los conflictos de Túnez y Egipto, el reciente asesinato por violencia de sexo en Villacarrillo, los perros abandonados en las cunetas de las carretera o las peleas en el patio del colegio son realidades a las que no son ajenos los escolares.

    04 feb 2011 / 15:25 H.

     Las temen, les asombran y atraen a partes iguales, les llenan de dudas y preguntas que los adultos están obligados a responder. Por ello se eligió el 30 de enero, día en el que uno de los símbolos de paz más importantes en el mundo, Mahatma Gandhi,  fue paradójicamente asesinado en un contexto de guerra. El objetivo del poeta, profesor y pacifista mallorquín Llorenç Vidal, padre de la celebrada conmemoración, era convertir los colegios en instrumentos de paz. O lo que es lo mismo: entender la educación como una herramienta para asegurar la armonía, la concordia, la libertad y la paz del futuro.
    En la provincia se celebra desde hace varios años a en los niveles educativos: se cultiva la paz en la guardería, pero también en colegios e institutos y en los Centros de Educación Permanente (antiguas escuelas de adultos). En el de Cortijos Nuevos (Segura de la Sierra), un grupo de estudiantes destacó el valor de vivir en paz a través de sus propias experiencias. “Muchos vivieron la posguerra, y otros incluso la guerra, y analizaron esas situaciones, no desde el rencor, sino desde la perspectiva que aportan los años y con la intención de que no se repita”, explicó la delegada de Educación, Angustias María Rodríguez, que compartió un rato con ellos. Opina que es importante dedicar unos días de forma específica a explicar a los niños qué es la violencia, qué la provoca y cómo se puede evitar. Las celebraciones se extendieron durante una semana, ya que, según expresó la delegada, estas actividades ayudan a que se cumplan las normas de convivencia de los propios centros.
    En el colegio Nuestra Señora de los Remedios de Jimena, se condenaron las violaciones de derechos fundamentales a través de u una marcha y carrera solidaria y la lectura de un manifiesto. Los alumnos participaron en un espectáculo de play-back de himnos de paz. El pueblo entero fue una manifestación de los buenos deseos de los casi trescientos  niños del centro. En Andújar, el instituto Nuestra Señora de la Cabeza se vistió con carteles y paneles cargados de imágenes y frases que reivindicaban un mundo mejor y el valor de la Humanidad. Se repartieron lazos blancos, alusivos de la inocencia, y se leyó un manifiesto cargado de esperanza. En Bailén, la paz se llevó al terreno de juego. Los estudiantes del colegio Diecinueve de Julio recibieron la visita de Adrián Laureda e Iván Zarandona, del Real Jaén, que participaron en un encuentro deportivo de la paz.
    La paz también fue motivo de fiesta en Lopera. Los niños del colegio Miguel de Cervantes elaboraron distintos trabajos sobre premios Nobel de la Paz, como Martin Luther King, la Madre Teresa de Calcuta y el propio Gandhi. Hicieron acopio de frases históricas cargadas de significado y realizaron dibujos y murales para recordar que la escuela es un oasis de amistad y  libertad y una especie de muralla que se abre a la rosa y el clavel y se cierra a cal y canto al sable del coronel. El teatro de La Merced acogió a los niños de todos los centros educativos y a los estudiantes del conservatorio de música, que interpretaron un minuetto de Bocherini y “Pompa y circunstancia”, de Edward Elgar. Los más pequeños, de cinco años, realizaron una versión del “Himno de la alegría” y los niños del colegio San Isicio interpretaron “El flautista de Hamelín”. El mural que recibió a los asistentes lo hicieron los alumnos del centro de Educación Permanente. También en la capital se disfrutó de la paz. Los niños del colegio Pedro Poveda leyeron y cantaron por el mayor de los valores, que tanta importancia tiene en las aulas. José Luis Pantoja, Juan Vicente Córcoles, María José Bayona.