Los asaltos islamistas a embajadas de EE UU se extienden y recrudecen
Nuevos asaltos a las oficinas diplomáticas de Estados Unidos en Yemen y Egipto se sucedieron ayer a raíz de la ola de indignación entre los radicales islamistas tras la emisión de un filme de serie B que ridiculiza a Mahoma en California.
Estos asaltos no se han saldado con víctimas, a diferencia del asalto al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), que se saldó el miércoles con la muerte del embajador, Christopher Stevens. En Saná, capital del Yemen, una tuba de jóvenes arrojó piedras a la embajada, quemó coches y llegó a escalar los muros del recinto. El Gobierno de Yemen, surgido como el de Libia de la Primavera Árabe que apoyó el presidente de EE UU, Barack Obama, ya ha pedido disculpas por este incidente, mientras que en Libia se han sucedido cuatro detenciones de presuntos asaltantes, según fuentes de la investigación citadas por el diario neoyorquino The Wall Street Journal.
Las mismas fuentes explicaron de que las fuerzas de seguridad mantienen bajo vigilancia a un elevado número de personas para intentar esclarecer el ataque y detener a sus responsables. Las autoridades han organizado una fuerza combinada para arrestar a los autores del ataque, una unidad que reúne agentes de diferentes especialidades, incluidos los del servicio de Inteligencia y funcionarios de los Ministerio de Defensa e Interior. Sin embargo, los informadores del The Wall Street Journal no concretaron cuántos sospechosos vigilan las fuerzas de seguridad “para no interferir en el desarrollo de las investigaciones”.
Redacción / Washington
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