Los amos de Europa

La selección española de baloncesto recuperó su trono en Europa cuatro años después y lo hizo con la misma forma autoritaria que lo había hecho en las dos anteriores ocasiones en las que se proclamó campeona, al batir por un claro 80-63 a una Lituania a la que dominó de principio a fin bajo el mando una vez más de Pau Gasol.

21 sep 2015 / 10:18 H.


Después de verse apeada de su lugar en el Viejo Continente en el 2013 por Francia y tener que conformarse con un bronce en un denominado año de transición por la falta de las grandes figuras salvo Marc Gasol y tras una decepcionante Copa del Mundo en casa, donde se quedó en los cuartos de final, España superó con la mejor nota un torneo continental de doble importancia por repartir dos billetes olímpicos que fueron para los de Sergio Scariolo y para los de Jonas Kazlauskas. Y el combinado nacional puso un broche de oro a un inicio lleno de suspense y dudas, pero con el mejor final posible, hace unos días quizás inesperado para muchos. Pero el equipo español sacó el carácter competitivo a la hora de la verdad, la de los cruces, donde fue ‘devorando’ a sus rivales hasta coronarse campeón, bajo la batuta de su líder, un Pau Gasol descomunal durante toda la cita, incluso en la final donde firmó un espectacular doble-doble con 25 puntos y 12 rebotes y siendo inaccesible para los lituanos ni en ataque ni en defensa.

España firmó un comienzo abrumador. Como si siguiera metido en el partido del jueves ante Francia, su defensa enredó el ataque lituano, incapaz de encontrar ni posiciones fáciles para lanzar ni a Jonas Valanciunas, claramente perdedor en la primera toma de contacto con Pau Gasol. De este modo, los de Sergio Scariolo abrió la primera brecha en el marcador (8-2, minuto 3) y obligó a Jonas Kazlauskas a pedir ya tiempo muerto. El parón no despertó a Lituania pero sí a Pau Gasol. El de Sant Boi empezó a hacer daño en la zona y encadenó ocho puntos seguidos para amenazar ya seriamente en el marcador (19-6, minuto 8). Sin embargo, este buen momento de tuvo continuidad hasta el final del primer periodo, pero los actuales subcampeones, inmersos en un carrusel de pérdidas, no lo aprovecharon (19-8).


Además de Pau Gasol, la selección también tenía la buena noticia de la mejoría ofensiva de Rudy Fernández. El balear veía aro con más facilidad que en otros partidos y ponía al inicio del segundo cuarto una diferencia ya preocupante (27-12, min.13) para una Lituania donde sólo se salvaba Seibutis (6 puntos) y que sólo dominaba el rebote. El Chacho Rodríguez no terminaba de carburar y no daba su mejor medida en defensa ante Kalnietis, que intentaba mantener a los suyos en la final. Para frenar cualquier atisbo de reacción Scariolo decidía devolver la dirección del juego a Llull y una nueva aparición de Gasol permitía controlar el partido con cierta comodidad. Sin embargo, dos triples consecutivos de Seibutis y uno sobre la bocina de Maciulis devolvieron las opciones a Lituania al descanso (41-33).


España volvió a subir la intensidad defensiva en el tercer cuarto, el que habitualmente se atragantaba en la cita, y volvió a incomodar a su rival, que no encontró el tino exterior con el que había acabado el primer acto. Un triple de Ribas puso de nuevo una distancia bastante demoledora entre ambos finalistas (52-35, minuto 25). Los lituanos aprovecharon las pérdidas para intentar seguir metidos en el partido, pero no hallaron nunca esa racha en ambos aros para intimidar realmente a la actual subcampeona olímpica que a falta de diez minutos rozaba el oro (60-43), y que solo tenía la mala noticia de la lesión de Rudy Fernández tras un duro golpe en un bloque de Jankunas. Todo un espejismo, porque el oro fue para España (80-63).