Los afectados por las riadas se afanan en recuperar la normalidad

Es tiempo de limpieza y, después, habrá que evaluar los daños. Después de las fuertes tormentas registradas en diversos puntos de Andalucía y en Murcia, con la tragedia de tres víctimas mortales a las espaldas, llega el momento de reflexionar con algo más de tranquilidad sobre todo lo sucedido y plantearse, sobre todo, si habría podido evitarse de alguna manera.

    19 ago 2010 / 15:02 H.

    La polémica llega ahora porque desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no se advirtió del riesgo a la provincia cordobesa, donde fallecieron las tres personas, porque los indicadores no destacaban fuertes lluvias, aunque sí lo hicieron en Almería y Jaén. Ahora llega el luto a las zonas más perjudicadas, con la celebración de los funerales y alrededor de 400 desalojados de sus viviendas por culpa de las inundaciones. En lo que concierne a Jaén, La Loma fue la comarca más afectada y aún ayer seguían intentando quitar el lodo y toda la suciedad que había arrastrado el agua en urbanizaciones de las afueras de Úbeda como El Campillo y San Bartolomé. Lo importante, ante todo, es recuperar cuanto antes la normalidad.
    A pesar de la irreparable pérdida de vidas humanas, desde el punto de vista estrictamente material, el sector de la agricultura vive de diferente manera estas inesperadas trombas de agua. Así, mientras los campos de olivos pueden decir que se benefician de estas lluvias y, por tanto, la economía de la provincia no tiene que hacer frente a nubarrones, hay otros cultivos que sí se han visto afectados, y muy gravemente. Es el caso de los productos hortofrutícolas de municipios como Úbeda o Torreblascopedro. Aún es pronto para balances y los expertos adelantan que habrá otras cosechas que se verán dañadas. Mientras tanto, no hay que dejar de mirar al cielo, porque la alerta amarilla por fuertes precipitaciones en la provincia no se desactiva hasta esta noche.