Los acusados de falsear las ITV se declaran inocentes
El Penal número 1 dejó visto para sentencia el juicio contra cinco personas juzgadas por falsear las certificaciones de la Inspección Técnica de Vehículos. Finalmente, la Fiscalía decidió retirar los cargos contra tres de los procesados. Solo mantuvo las acusaciones contra el administrador de un establecimiento de compra y venta de coches de segunda mano de Úbeda y contra el dueño de una gestoría de Madrid. Presuntamente, ambos estaban conchabados para manipular estas inspecciones de los coches para, de esta forma, eludir su pago para “ahorrar tiempo y dinero”.
Los dos se declararon totalmente inocentes. El vendedor de automóviles, Blas M. B., señaló que él solo se limitaba a mandar la documentación a la gestoría del otro acusado para que se realizaran las transferencias de los vehículos. El gestor, José G. A., insistió en que no sacaba beneficio alguno falseando las tarjetas de las ITV. Sin embargo, los peritos caligráficos que declararon ayer en el juicio dijeron que es muy “probable” que los números y las firmas que aparecen en las certificaciones son atribuibles al dueño de la gestoría.
El caso arrancó en marzo del año 2010, cuando los responsables de la Estación de ITV de Úbeda alertaron a la Guardia Civil sobre la existencia de varios vehículos cuyas tarjetas técnicas habían sido expedidas en la ITV de Tres Cantos, en Madrid. Sin embargo, esos automóviles no habían pasado inspección alguna. “Los sellos eran falsos”, concluyó el agente del Instituto Armado que realizó la investigación. El nexo en común de todos ellos es que habían sido adquiridos a través de la misma empresa de compra y venta de vehículos de Úbeda. En total, se inspeccionaron 117 vehículos y se detectaron irregularidades en 31 casos. Sin embargo, solo se han podido llevar a juicio las irregularidades detectadas en siete coches, ya que todas las demás se encontraban prescritas.
En principio, la Fiscalía acusó a cinco personas. Sin embargo, tras la vista oral de ayer, retiró los cargos contra tres de ellas. Para los dos que siguen acusados, el Ministerio Público rebajó su petición inicial de castigo para solicitar 21 meses de cárcel —en principio, reclamaba dos años y seis meses de prisión—. Además, exige que indemnicen a los siete compradores de vehículos que tuvieron que volver a pasar la ITV por contar con una certificación manipulada. Las defensas solicitan la libre absolución al entender que contra sus clientes solo hay indicios y ninguna prueba de cargo para sostener una condena por falsedad en documento oficial: “Ellos no ganan nada con esas falsificaciones”, informó el letrado de uno de ellos en su alegato final.
Los dos se declararon totalmente inocentes. El vendedor de automóviles, Blas M. B., señaló que él solo se limitaba a mandar la documentación a la gestoría del otro acusado para que se realizaran las transferencias de los vehículos. El gestor, José G. A., insistió en que no sacaba beneficio alguno falseando las tarjetas de las ITV. Sin embargo, los peritos caligráficos que declararon ayer en el juicio dijeron que es muy “probable” que los números y las firmas que aparecen en las certificaciones son atribuibles al dueño de la gestoría.
El caso arrancó en marzo del año 2010, cuando los responsables de la Estación de ITV de Úbeda alertaron a la Guardia Civil sobre la existencia de varios vehículos cuyas tarjetas técnicas habían sido expedidas en la ITV de Tres Cantos, en Madrid. Sin embargo, esos automóviles no habían pasado inspección alguna. “Los sellos eran falsos”, concluyó el agente del Instituto Armado que realizó la investigación. El nexo en común de todos ellos es que habían sido adquiridos a través de la misma empresa de compra y venta de vehículos de Úbeda. En total, se inspeccionaron 117 vehículos y se detectaron irregularidades en 31 casos. Sin embargo, solo se han podido llevar a juicio las irregularidades detectadas en siete coches, ya que todas las demás se encontraban prescritas.
En principio, la Fiscalía acusó a cinco personas. Sin embargo, tras la vista oral de ayer, retiró los cargos contra tres de ellas. Para los dos que siguen acusados, el Ministerio Público rebajó su petición inicial de castigo para solicitar 21 meses de cárcel —en principio, reclamaba dos años y seis meses de prisión—. Además, exige que indemnicen a los siete compradores de vehículos que tuvieron que volver a pasar la ITV por contar con una certificación manipulada. Las defensas solicitan la libre absolución al entender que contra sus clientes solo hay indicios y ninguna prueba de cargo para sostener una condena por falsedad en documento oficial: “Ellos no ganan nada con esas falsificaciones”, informó el letrado de uno de ellos en su alegato final.
