Los aceites con ayuda se guardan 'bajo llave'

Enrique Alonso/Jaén
Los equipos de inspección de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía están en las cooperativas, almazaras y envasadoras jiennenses. Trabajan a 'destajo' para precintar pronto todos los depósitos que se han acogido al almacenamiento privado aprobado por la Unión Europea.

    01 dic 2011 / 09:42 H.

    Miles de toneladas de aceite de oliva ya están “bajo llave”. Los inspectores han colocado precintos metálicos y de cinta adhesiva para asegurarse de que no saldrá ni una gota de producto hasta que pasen 180 días —seis meses—. Bruselas ha ordenado la puesta en marcha de la intervención del mercado para ver si sube el precio de venta en origen. Poco más de 44.000 toneladas de zumo se retirarán de la venta para motivar un incremento de la cotización, según manda el reglamento elaborado bajo las directrices de la Política Agraria Común (PAC). La Comisión Europea permitió pujas de hasta 100.000, pero al final se llegó a 44.000 en España —casi todas en Andalucía—. Sin duda, una cantidad importante y muy superior a la registrada en el almacenamiento aprobado en 2009.
    Jaén guardará 21.423 toneladas, que se precintan ahora. Se aprobaron en la segunda licitación y se suman a unas cuantas más que se colaron en la primera puja, que se cerró con el visto bueno para 9.905. Sin duda, se ha convertido en la provincia almacén con más aceite inmovilizado para que suba el precio en España y Europa. No obstante, era la que más posibilidades tenía para beneficiarse de esta medida, ya que aún disponía de importantes partidas en sus bodegas.
    El mecanismo de intervención es sencillo. Europa ordena la retirada de aceite para que el que se quede en el mercado valga más. Sin embargo, a los que se ofrecen para la inmovilización les paga 1,30 euros por tonelada al día. En cambio, ha de tener claro que no ha salido ni una gota del tanque y que el zumo que se guarda es virgen —calidad aprobada por Bruselas—. Si falla alguna de estas dos cosas, la empresa pierde el aval —dinero que ha de depositar como garantía—. La Consejería de Agricultura tiene equipos de inspectores en toda Andalucía. En Jaén están a pleno rendimiento. Uno de ellos trabajó, durante toda la mañana de ayer, en la fábrica de Hojiblanca en Guarromán, que compró a la Junta y que levantó la “difunta” Fedeoliva.
    Los inspectores Segundo Fernández y Pedro Cortés supervisaban que se cumple con la normativa de la Unión Europea, que está detallada en el reglamento del almacenamiento privado. Segundo Fernández explica su trabajo: “Llegamos y vaciamos la regleta de nivel para ver la altura. Limpiamos los grifos de salida y sacamos muestras. Tomamos la temperatura del depósito, vemos la densidad, su altura y el diámetro para ver su aforamiento”. En definitiva, simplemente, se trata de constatar que hay el aceite que figura en los contratos y, además, se recogen cinco muestras de cada uno para llevarlo a los laboratorios porque tiene que ser de calidad “virgen”.
    Segundo Fernández indica que las cinco muestras de cada contrato toman caminos diferentes: “Hay tres que van a los laboratorios de análisis. Una se la queda la Consejería y otra se la dejamos a la empresa”. Una vez que se ha hecho esto, se precintan los grifos, se levanta el acta y se coloca una pegatina que dicta que ese depósito se acoge a la medida de almacenamiento privado. Ya no se puede tocar hasta que vuelvan los inspectores a desprecintarlo. Estará inmovilizado 180 días —que empiezan a contar desde que se precinta hasta que vuelven otra vez los técnicos para supervisar que todo está como lo dejaron—.
    Por ello, el aceite no sale a la vez al mercado, sino poco a poco o, dicho de otro modo, conforme se quitan los depósitos. Las aceiteras pueden pedir el cobro de la mitad de la ayuda a los 60 días de almacenamiento. De ahí que, cuanto antes tengan el precinto, será mejor porque reciben con más premura parte del dinero.
    La última vez que se aprobó la intervención en el mercado fue en la primavera de 2009. En mayo, el extra se vendía a 1,76; el virgen, a 1,69, y el lampante, a 1,60. Europa dio el visto bueno y en julio se precintaron los depósitos. En septiembre de ese año, los precios ya experimentaban un notable cambio. El extra se vendía a 2,51; el virgen, a 2,44, y el lampante, a 2,41. Ahora, se vuelven a colocar los precintos. El extra cotiza a 1,94; el virgen, a 1,74, y el lampante, a 1,64. Por el momento, los precios no se mueven. Queda la duda si lo harán en unas semanas o se constará que el almacenamiento privado, esta vez, no ha servido para subir el precio, aunque sí para dar unas ayudas que no han venido nada mal a un sector maltrecho por la crisis de precios que atraviesa.