Los 27 esperan aprobar el lunes el embargo al petróleo iraní

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE esperan aprobar este  lunes un embargo al petróleo y congelar los activos financieros del  Banco Central iraní en respuesta a los avances en su programa nuclear  a pesar de las reticencias que sigue manteniendo Grecia por su fuerte  dependencia del crudo iraní, teniendo en cuenta las dificultades  financieras por las que atraviesa el país, según han avanzado fuentes  europeas.

    20 ene 2012 / 18:16 H.

    Los Veintisiete prohibirán el lunes firmar "nuevos contratos"  petroleros con Irán, aunque todavía no hay consenso sobre el 'periodo  de gracia' para extinguir en un plazo de seis meses, a partir del 1  de julio, los contratos actualmente en vigor por las resistencias de  Grecia, según han explicado fuentes diplomáticas europeas.  Grecia ha pedido retrasar hasta octubre la restricción de los  contratos actuales para buscar proveedores alternativos, algo que ha  rechazado una mayoría de Estados, según distintas fuentes europeas  consultadas, que admiten que el resto de las delegaciones "está de  acuerdo" con esta fecha. Ante el rechazo de Atenas a aceptar el plazo  de seis meses, Reino Unido, Francia y Alemania han endurecido su  postura y exigen que estos contratos terminen en tres meses, a partir  del 1 de mayo, según han confirmado otras fuentes diplomáticas. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ya  ha avanzado que España será "fiel" a los compromisos asumidos con la  UE y apoyará un embargo al petróleo iraní pese al "perjuicio enorme"  que la medida causará a Repsol y Cepsa tras asegurar que los países  del Golfo se han comprometido a suplir las importaciones iraníes sin  aumentar el precio.  "Las compañías españolas ya han tomado las medidas necesarias para  diversificar sus recursos", han avanzado fuentes diplomáticas  españolas, que aseguran que, aunque España apoya "el compromiso"  general para restringir los contratos actuales en seis meses, "no  sería una tragedia bajar a tres meses", como piden París, Berlín y  Londres.
    "El único problema real es Grecia", insisten fuentes diplomáticas  europeas. Además de la elevada dependencia del crudo iraní, el  Gobierno de Atenas teme que proveedores alternativos aumenten la  factura del petróleo teniendo en cuenta las condiciones muy  favorables que le ofrece Irán y su ya de por sí delicada situación  financiera.