“Lo peor de todos estos días ha sido la impotencia”

A Juan García del Río se le amontonan las palabras en la boca a la hora de hablar del incendio forestal que ha terminado con una gran parte de masa forestal en las sierras de los municipios de Quesada y de Huesa. Rabia, impotencia, pena, tristeza, desesperación aparecen entre sus frases cuando se refiere a las llamas, que han acabado con una parte considerable de sus olivos, así como de familiares y amigos.

13 jul 2015 / 09:34 H.


Poco antes de que comenzase el “gran incendio” que se registró el domingo, García y los vecinos de Huesa ya tuvieron que emplearse a fondo para apagar las llamas de uno más pequeño. “Un rayo de la tormenta eléctrica que cayó en el cerro del Moralejo produjo el primer fuego, que se paró en donde están mis olivos y que pudimos apagar entre todos los vecinos con agua. Pero cuando se produjo el segundo ya no pudimos hacer nada”, explica.

terrible. El cortijo de García se encuentra en el margen derecho del Guadiana menor y la finca con olivos, en el izquierdo. “Ya no pudimos parar las llamas y han acabado con algunos olivos míos y con muchos de los de mis vecinos”, asegura García, quien relata que lo peor, “junto con el destrozo de nuestra sierra”, puntualiza, es “la impotencia” de no poder hacer nada para sofocar el incendio. Una impotencia que, dice, se acentúa cuando se refiere a la prevención: “Nosotros, los que vivimos aquí, ya habíamos avisado muchas veces de que era necesario limpiar toda la maleza antes de que llegase el verano y, encima, Medio Ambiente no deja que seamos nosotros los que actuemos durante el año para mantener la sierra y los barrancos limpios. Pero cuando pasa es cuando se le pone remedio”, lamenta este vecino de Huesa, quien asegura que ha sido “decisivo” que el fuego no llegase al río, porque, dice, está “muy seco” y de haberlo hecho la extensión hubiera sido mucho mayor.