Llega la era del diálogo
Fue el segundo alcalde más votado de las ocho capitales andaluzas y, sin embargo, a punto estuvo de perder la Alcaldía. La irrupción de dos partidos emergentes en el panorama municipal convirtió la constitución del Ayuntamiento de Jaén en una desesperante incógnita. Más de uno se vio obligado a preparar dos discursos y hubo quienes no sabían si entrar en el salón de plenos o salir por piernas. Finalmente, se ve que José Enrique Fernández de Moya Romero (Jaén, 1969) echó mano de San Antonio para verse con el bastón de mando en la mano. No fue posible el matrimonio, pero le bastó el refrán de “más vale solo que mal acompañado” para ver consolidada su reelección como alcalde con el apoyo de los suyos.

Hasta llegar a ese momento sobraron los motivos para el ataque de nervios. La apariencia, al entrar en el Ayuntamiento, era de absoluta tranquilidad. Sin embargo, la espada de Damocles brillaba con todo su esplendor. A las once en punto de la mañana, cuando ya estaban los todavía concejales electos sentados en sus escaños, llegaron los tres que faltaban, los pertenecientes a Jaén en Común.
Llegaron justos de tiempo porque tuvieron una agenda apretada desde bien temprano. Estuvieron reunidos en asamblea para decidir el sentido de sus votaciones después de los últimos movimientos entre Ciudadanos y el Partido Socialista, que a punto estuvieron de estrechar sus manos.
La constitución de la nueva Corporación comenzó con la composición de la mesa de edad con los miembros menor y mayor, Manuel Heras y María Isabel Lorite, respectivamente. Después, los concejales prometieron —los del Partido Socialista— o juraron sus cargos —los del Partido Popular y Ciudadanos—, salvo en el caso de los pertenecientes a la agrupación Jaén en Común, quienes los hicieron “por imperativo legal” y aprovecharon para expresar varios de sus compromisos. El que más expectación generó, Andrés Bódalo, conocido por sus polémicas formas de reivindicación, acudió con una camiseta de la “Acampada Esperanza” y clamó por una ciudad “libre de desahucios” y contra la “pobreza infantil”. Manuel Montejo pidió “justicia social” y María Dolores Nieto la apertura de un proceso constituyente que conduzca hacia la “tercera República”. Fueron los que se salieron del guion.
Una vez constituido el Ayuntamiento, llegó el momento de la votación, mediante papeletas con los nombres de los candidatos de los cuatro partidos y una quinta en blanco. El secretario general, Miguel Ángel Velasco, fue el encargado de dirigir el procedimiento. El recuento dejó tres votos en blanco; otros tantos para el candidato de Jaén en Común, Manuel Montejo; nueve para el del Partido Socialista, Manuel Fernández, y doce para José Enrique Fernández de Moya, que, al no obtener mayoría absoluta y liderar la lista más votada en las elecciones, se convirtió, de esta forma, en alcalde. Así comenzó una nueva etapa, un segundo mandato que estará marcado por un gobierno en minoría en el que hará falta el consenso entre los cuatro grupos políticos para sacar adelante proyectos.
Diálogo. José Enrique Fernández de Moya, después de saludar a su familia, a las autoridades y a la Corporación, dio paso al turno de intervenciones de los representantes de las tres fuerzas políticas. El primero en hablar fue Manuel Montejo. Era su estreno en el Ayuntamiento de la capital. Defendió un nuevo tiempo, en el que los vecinos deben ser los “protagonistas” y remarcó que “la regeneración no es posible sin un cambio de rumbo” de las políticas desarrolladas hasta ahora, por lo que puso el foco de atención en las necesidades básicas. “En estos días de reuniones, en nada ha cambiado la vida de los doce mil parados que hay en la ciudad”, remarcó. El concejal de Jaén en Común hizo un llamamiento a no caer en la resignación y a buscar la austeridad como instrumento útil. Terminó su discurso con referencias al poeta Miguel Hernández.
La responsable de Ciudadanos, Salud Anguita, también debutó en el salón de plenos. Subrayó que la fuerza a la que representa tiene la encomienda del “cambio político” y recordó cómo se conformó este partido y con qué finalidad: “Somos personas que queremos aportar nuestro granito de arena ante la situación que vive la ciudad y el resto de España con corrupción, poca transparencia y dejadez”. La concejal aludió al “fin del bipartidismo”, de manera que el diálogo y el consenso entre “todas las fuerzas” tiene que ser una nueva forma de hacer política con el objetivo de sacar adelante la capital, para lo que también ha pedido “dejarnos de las viejas luchas” y del “y tú más” y ha ofrecido el respaldo de su formación para aquellas propuestas que beneficien a los ciudadanos.
Manuel Fernández, concejal y cabeza visible del Partido Socialista, también pronunció su primer discurso en el Ayuntamiento. Habló de la responsabilidad tan importante que supone formar parte de la Corporación, cuya situación es “extremadamente complicada”, pero, que, a su juicio, debe ser ante todo “un solucionador de problemas” de los vecinos. “Hoy debe ser el primero de los días del Jaén de las oportunidades”, resaltó. Insistió también en el comienzo de “un tiempo nuevo” en el que el partido al que representa hará una “oposición absolutamente responsable”, siendo “la voz de la calle” y “sin buscar la más mínima confrontación”.
El último en intervenir fue el recién elegido alcalde, quien repitió hasta la saciedad la palabra “diálogo”. Apuntó el inicio de nuevas políticas para resolver problemas que no hubieran sido solucionados en estos cuatro años, corregir los “posibles errores que se hayan podido cometer” y trabajar para “lograr cotas de bienestar” para la sociedad jiennense, en la que el reto fundamental sigue la lucha contra el desempleo.
Fernández de Moya abundó en la “necesidad de un mayor diálogo y de una mayor de capacidad de decisiones compartidas”, para lo que mostró su intención de buscar el acuerdo con todos los miembros de la Corporación y se mostró plenamente convencido de la lealtad institucional de los grupos. “Por encima de las causas ideológicas nos une el presente y el futuro de Jaén”, afirmó. Aludió a una frase del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez: “Busquen siempre las cosas que les unen y dialoguen con serenidad y espíritu de justicia sobre aquellas que les separan”.
El reelegido alcalde enumeró los ejes de su nuevo gobierno, huyó de la confrontación política y se notó en su discurso que este mandato será diferente. Solo acaba de empezar.