Llega el turismo de alquiler
Más que una tendencia, el turismo de alquiler es ya un fenómeno inherente a los tiempos: tecnología e innovación propician que particulares se pongan en contacto sin más intermediarios que una plataforma digital. Es el caso de la web Airbnb: cerca de un centenar de alojamientos de Jaén capital están disponibles; en toda la provincia el número se multiplica, como mínimo, por tres, según se desprende de las consultas en el “portal”.

Nuria López, usuaria de “Airbnb” desde marzo del año pasado, presenta su alojamiento en la plataforma con el título “Casita en Jardín”. El anuncio, que ya la ha ligado a decenas de turistas de todo el mundo, reza así: “Pequeña casa que alberga una cama doble, pequeña zona de estar, cocina americana y ducha. La cama de matrimonio se encuentra en una tarima de madera sobre la sala de estar, la individual está abajo, en la zona de estar”. El resto es esperar, examinar (con precaución) cómo es el futuro huésped y concretar cuestiones importantes en cada operación: la estancia y el precio, que ya viene fijado en “Airbnb”.
López señala que el tiempo de su alojamiento es de quince días. “Mi sitio no es de tipo rural. Se trata de una casita de invitados, pequeña pero acogedora. Yo resido en una finca ubicada a las afueras de la capital. Como vivo ahí, no me interesa que mis huéspedes estén de forma constante; prefiero que sus estadías sean más breves”, ahonda en declaraciones a este medio.
La mayoría del “público” que recibe Nuria López no es de Jaén. “Viene gente de muchas zonas: Huesca, Canarias, Australia, Munich y de Alemania”, manifiesta.
En lo que concierne al “perfil” de los usuarios, abunda la “clase media”: “Son personas normales: muy trabajadoras y sociables”, describe la jiennense. “A muchos les atraen los deportes de riesgo como, por ejemplo, el parapente”, agrega.
La principal consulta que hacen los turistas es conocer, con exactitud, la localización del apartamento o de la vivienda alquilada. “Los interesados me preguntan por la distancia con respecto a la capital y a Granada. Les interesa saberlo para usar o no el coche”, expresa López.
Diseñadora de profesión, dice que el dinero que consigue gracias a su actividad turística supone una ayuda económica, pero que no es su principal fuente de ingresos. “Cada anfitrión puede enfocar su vivienda a su manera. Una amiga que también utiliza ‘Airbnb’ aboga por estancias más prolongadas”, explica.
López destaca las seguridad de las transacciones en la plataforma. El huésped paga a “Airbnb” mediante tarjeta de crédito o PayPal. El anfitrión recibe la cantidad correspondiente tras la llegada del invitado. Una de las opciones que da la web es fijar un precio concreto para una persona. Y los costes varían en función de las prestaciones del inmueble. Así es el turismo de alquiler.