Linares. Quejas por el mal estado de los registros de agua en el Paseo

Tamara García / Linares
La Asociación de Vecinos Paseo de Linarejos recoge quejas sobre la situación del barrio. El estado de la Glorieta de América, las obras de los contenedores soterrados y la práctica del botellón son algunos de los principales problemas que  preocupan al colectivo.

    21 jul 2010 / 10:50 H.

    Los residentes de la zona del Paseo de Linarejos se quejan, estos días, del mal estado en el que se encuentra el pavimento del recinto. Entre sus reivindicaciones destaca la solicitud al Ayuntamiento de la ciudad para que se proceda, en el menor tiempo posible, al arreglo de la rotura de los registros de agua en la Glorieta de América, concretamente, en las cercanías de la estatua erigida en honor del maestro de la guitarra linarense Andrés Segovia. El presidente del colectivo vecinal, Manuel Bujaldón, mostró su malestar ante la situación. “La zona está en mal estado. La rotura de la rotonda cuenta con varios socavones que son peligrosos y pueden hacer que las personas mayores o los propios niños tengan un percance”, afirmó Bujaldón.
    Por otra parte, aseguró que se mantienen las reclamaciones sobre el botellón. Los jóvenes disponen de una zona habilitada por el Ayuntamiento para ello —recordaron desde el colectivo—, pero  no se respeta, ya que los bancos del Paseo, los jardines de Doña Luci, en las inmediaciones del santuario de la Virgen de Linarejos, así como en los alrededores de la plaza de toros siguen empleándose para este fin, a pesar de que su uso está prohibido. La práctica ya no se limita únicamente a los fines de semana, sino que durante los días laborables los habitantes de la zona  se ven obligados a ver su mobiliario de reposo lleno de bebidas y desperdicios que los servicios de limpieza, posteriormente, tienen que recoger: “Cuando pasean se sienten molestos por la situación. Los bancos están para sentarse y no para beber”, añadió Bujaldón.
    Otra de las protestas que se hacen eco en la asociación vecinal es sobre el mal estado en el que se encuentran las obras de los contenedores soterrados para evitar tenerlos a pie de calle.
    Las intervenciones más recientes en el Paseo de Linarejos tienen un presupuesto de 500.000 euros.