Linares. Las obras del centro ocupacional Luis Caro concluirán en dos meses
Los alumnos del centro ocupacional Luis Caro, de la Asociación Provincial Pro Minusválidos Psíquicos (Aprompsi), contarán, en unos dos meses, con un edificio completamente nuevo y adaptado a sus necesidades del centro, que además permitirá poner en servicio un total de veinte plazas más.
Tras un pequeño retraso motivado, en primera instancia, por las lluvias, y luego por la modificación de diferentes cuestiones con respecto al proyecto inicial, se prevé que en unos dos meses, aproximadamente, concluya la construcción del nuevo edificio del centro ocupacional Luis Caro, de la Asociación Provincial Pro Minusválidos Físicos, Aprompsi. Unas intervenciones que comenzaron hace unos meses con el derrumbe del edificio anterior, que también fue complicado y demoró el inicio de la construcción del edificio de nueva planta, que cuenta con una inversión cercana al millón de euros y que permitirán ampliar la capacidad con la que contaban las instalaciones.
Mientras se ejecutan las obras, que en la actualidad se centran en cuestiones como el sistema de calefacción —que, tal y como indican desde la asociación, será de biomasa—, los alumnos del centro ocupacional realizan su actividad, centrada en los talleres de cerámica, jardinería o actividades complementarias y juegos adaptados, en unas instalaciones anexas al colegio Andrés Martín. Un emplazamiento adecuado, con lo que el retraso en las intervenciones no afectará al desarrollo normal de la actividad que a diario se realiza en el complejo.
El “Luis Caro”, una vez que concluyan las obras, ampliará su capacidad en un total de veinte plazas, al mismo tiempo que acogerá una unidad de estancia diurna, que hasta ahora solo se encontraba en el CAMP (Centro de Atención a Minusválidos Psíquicos), con capacidad para otras veinte personas.
También se ubicará una zona de servicios en los que se incluirán el comedor, sala de usos múltiples y otras estancias básicas. De esta forma, quedará un edificio nuevo y completamente adaptado a las necesidades con las que cuenta el centro en la actualidad. Mariela Soriano/Linares