Linares.-La identidad de toda una comarca

Anunció hasta la saciedad: 'El mural de Linares será espectacular', y cumplió su promesa. El rostro enjuto de un minero con el cuerpecillo extravagante de los personajes que han hecho mundialmente famoso a Belin domina la comarca desde la sede de la UGT. 
Décimo día. Con más de mil seiscientos kilómetros recorridos, el reto de enero de Diario JAEN llega a su fin en Linares, centro administrativo de la comarca de Sierra Morena y tierra natal del grafitero internacional que, durante diez días consecutivos, ha puesto color a la provincia, Miguel Ángel Belinchón, 'Belin'.

    31 ene 2011 / 10:43 H.

     Este es el momento que esperaba. Rumiando en silencio su último mural, el artista prometía: “Será espectacular”. Y, ahora, apostado frente a la pared lateral, emblemática, mugrienta y apagada de la sede linarense de la UGT, “el Velázquez del siglo XXI” —como lo llama el escultor Rafael Ariza”— se frota las manos de excitación. Ante sí tiene la pared que deseaba. Dieciocho metros de altura por ocho de ancho, en el corazón de Linares, “El Lugarillo”. Es el muro más grande al que se ha enfrentado en estos diez días y advierte: “Tengo que darlo todo”. Y, rezando por que las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología no se cumplan y la nube de lluvia pase de largo sobre Linares, a las nueve en punto se sube a las alturas en la grúa que le ha cedido el Ayuntamiento para pintar la comarca. No puede perder ni un minuto. Su idea es muy ambiciosa, pero, con la celeridad que lo caracteriza y la definición visual, espacial y pictórica que hacen de él el Eto’o de los aerosoles, en menos de lo que canta un gallo, el rostro enjuto de un minero —para el que el artista utilizó una imagen del jefe de Fotografía de Diario JAEN, Rafael Casas— asoma en la pared de uno de los edificios más relevantes de Linares y su comarca. “Con más de treinta años de historia, la Casa del Pueblo ha vivido muchas de las vicisitudes laborales de esta ciudad y de su comarca”, señala el secretario general de la UGT en la provincia, Manuel Salazar. Recuerda: “Con la crisis del 94 de Santana fue sede de muchas asambleas, y es un sitio emblemático que representa muchos esfuerzos y sacrificios de los trabajadores de Linares”. Este inmueble está “ligado fuertemente a la lucha obrera” y, ahora, la figura en una de sus paredes de un minero eleva sus connotaciones. “Estábamos expectantes, pero, lógicamente, ha acertado”. Observando el rostro alargado, curtido por el sol del trabajador, comenta: “Su cara de sacrificio y sufrimiento representa muy bien lo que han supuesto Linares y su comarca para el sector de la minería y el esfuerzo y la penuria de los trabajadores”, apostilla Salazar.
    La mina fue el motor económico del distrito Linares-La Carolina entre los siglos XVIII y XIX y también la “planta 14” —como cantaba Víctor Manuel— de muchos ciudadanos que se dejaron la vida en el hoyo. Así se explica la emoción que despierta en las decenas de personas que se congregan ante el mural de Belin. “Está bien que se acuerden de ellos”, agradece Consuelo Jiménez Su padre, como el de Isabel del Castillo, fue minero. Por eso sabe del “sufrimiento”, de la soledad y del aislamiento que esta profesión suponía y supone para los trabajadores y para sus familias. Pero, a pesar de todo, apunta: “Mi padre siempre decía que si volviera a vivir se metía en la mina y eso que nunca sabía si saldría vivo de ella”. 
    La extracción de plomo supuso el florecimiento de toda la comarca. Entre 1900 y 1925, La Carolina llegó a contar hasta 20.000 habitantes y Linares fue el centro neurálgico de este potencial económico. Embajadas como la inglesa o la alemana tenían sede en la ciudad y se publicaban hasta seis periódicos. Sin embargo, después del esplendor llegó la involución de la industria minera. Y de ella queda ahora una comarca salpicada de chimeneas que aspira a ver convertido, algún día, este paisaje en Patrimonio de la Humanidad, como apunta la vicepresidenta de la Diputación, Pilar Parra, que no puede negar la admiración que le produce el minero de Miguel Ángel Belinchón. “Es un pelotazo”, dice el escultor Rafael Ariza. Y, para Belin, la “guinda del reto”. “El 100% de mi personalidad está aquí. Soy yo y le agradezco a Diario JAEN que haya confiado en mí para representar mi tierra y hacer uno de los retos de su 70 aniversario”. A las seis y media de la tarde y después de “coserle” el logo del “12 retos, 12 meses” al mono del minero, con la voz impostada de un espartano, el grafitero declara: “Reto conseguido”. Ahora, que venga el siguiente.