Linarejos se pone guapo

Más de un aficionado sigue frotándose los ojos porque no acaba de creerse que el viejo campo de la futbolera e industrial Avenida Primero de Mayo está realmente en obras. Y que, tras decenas de promesas incumplidas, por fin se ven obreros en Linarejos. La zona de tribuna (alta y baja) no parece la misma después de la colocación de los asientos. Es la primera reforma de envergadura que se acomete en el estadio desde finales de la década de los 80, cuando se levantó, precisamente, la nueva tribuna. Más de un azulillo acudió a Linarejos con la cámara de fotos preparada para inmortalizar el momento. “En dos días han hecho lo que llevamos demandando desde hace décadas en la ciudad”, manifestó Juan Antonio Molina.

15 may 2015 / 11:15 H.


Los operarios se afanan, estos días, para fijar los asientos azules y blancos y dejarlo todo “bien bonito” para la promoción de ascenso a Segunda B. No es la única obra que se llevará a cabo, ya que está previsto que se adecúen otras zonas del recinto antes de la eliminatoria de campeones. El presidente, Pedro Sáez, se felicita por el paso dado por la Administración municipal y por lo avanzado de los trabajos. “Era un proyecto que la ciudad y la afición llevan reclamando desde hace muchos años. Creo que es bueno para todos, sobre todo en un momento de la temporada en el que nos jugamos tanto”, subraya. El responsable azulillo espera que la remodelación de Linarejos no se quede en la instalación de asientos en tribuna y continúe en otras zonas del complejo deportivo para dejar el estadio “de dulce”, tal y como prometió el alcalde, Juan Fernández, en su última visita al campo, así como otras fuerzas políticas que concurren a las elecciones municipales del próximo 24 de mayo, entre ellas el Partido Popular, cuyo proyecto de remodelación es similar al que ejecuta el equipo de Gobierno socialista.
El entrenador del primer equipo, Antonio José García, “Torres”, también valora el esfuerzo realizado por las autoridades municipales para mejorar el aspecto de Linarejos. El preparador azulillo, que “ha echado los dientes” en las gradas del estadio, ya que es hijo de Torres, mítico delantero del Linares de la década de los 70 y principio de los 80, reconoce que las obras eran muy necesarias dado el mal estado que presenta el campo, inaugurado en 1956.
Entre los trabajos comprometidos por el alcalde está la sustitución del césped, el acondicionamiento de las cabinas de prensa, la mejora de los servicios y el resto de gradas de Linarejos. La afición confía ahora en que la intervención no se detenga y el Linares pueda presumir de estadio en Segunda B, si los de Torres logran el tan deseado salto de categoría.
Precios. Por otro lado, la junta directiva tiene previsto celebrar el próximo lunes una reunión para abordar distintos asuntos relacionados con la eliminatoria de campeones de Tercera División. Entre esas cuestiones está el precio de las entradas para la promoción. Según ha podido saber este periódico de fuentes del club, serán parecidos a los de la pasada temporada, es decir, que se ajustarán lo máximo posible para no gravar más la frágil economía de los seguidores azulillos. Asimismo, se estudiarán posibles bonificaciones para los abonados, como ya ocurriera el ejercicio anterior. Las mismas fuentes admiten de que la junta directiva buscará lo mejor, tanto para los aficionados como para el club, con vistas a acabar la campaña con equilibrio económico, una premisa que llevan a rajatabla los rectores de la entidad desde que se hicieron cargo del Linares. En la reunión de la junta directiva del lunes, día 18, se hablará, del mismo modo, de las medidas de seguridad en Linarejos y del desplazamiento de los seguidores azulillos, dependiendo del rival que toque en el sorteo y del orden de la eliminatoria.
El objetivo del club linarense es que corregir los errores cometidos en el pasado para que todo salga perfecto en una cita que puede ser histórica si se consigue el ansiado ascenso a la División de Bronce. La entidad presidida por Pedro Sáez afronta dos semanas de auténtico vértigo, máxime en una ciudad que vive tan intensamente todo lo relacionado con su equipo de fútbol.