Limpieza de sangre y trigo limpio
Tuve que releer el titular, pero ese tufo xenófobo no tenía otra lectura posible. “Recolecta solidaria ‘solo para españoles”. Lo publicaba este periódico. Contaba cómo un colectivo recogía alimentos en la capital para ayudar a familias desfavorecidas; eso sí, solo auxilian a españoles. El argumento: “Las personas extranjeras ya tienen suficiente cobertura por parte de Cáritas y otros colectivos”, decía uno de sus miembros. Ahí llevas. Y remataba: “Y esto no es discriminar”. Excusatio non petita, accusatio manifesta, lo que para los que tengan oxidado el latín —como es mi caso— significa “excusa no pedida, acusación manifiesta”. No sé si a los ibéricos beneficiados les pedirán un certificado de limpieza de sangre, cual Inquisición del siglo XXI.
Toda una suerte de “solidaridad selectiva” fundamentada en vaya usted a saber qué trasnochados y caducos argumentos. Lamentable que a estas alturas de la película, cuando casi tenemos un pie en Marte, haya quienes fomenten el rechazo al extranjero, aunque sea de una pretendida forma subliminal. Esto y declaraciones como las del cardenal Cañizares sobre “invasiones” y “trigo limpio” dan una idea de la rémora que aún arrastramos.