Libertad de horarios comerciales
En aquellos tiempos que ejercí como médico de APD —Asistencia Pública Domiciliaria— en una población industrial, recibí una delegación de la empresa en la que me exponían la posibilidad de abrir un nuevo horario de consulta más adaptado su horario de trabajo.
Algo imposible ya que la empresa tenía varios turnos. Pero no les faltaba algo de razón, ya que el trabajador en muchas ocasiones tiene el mismo horario de trabajo, que las oficinas comerciales. Se da el caso que los mismos dependientes del comercio cuando libran, se encuentran con todos los comercios cerrados. Dependientes, profesionales, conductores del servicio público y muchas actividades que son paralelas a la actividad comercial. La puesta en vigor de un horario para las grandes superficies, independiente del comercio minoritario, no ha restado actividad al comercio de barrio, que se nutre en general de la población vecinal. Es lógico que una iniciativa tan novedosa suscite cierta inquietud en algunos sectores, pero no hay que temer nada, cuando algunas farmacias optaron por la apertura durante veinticuatro horas, no pasó nada y muchos nos beneficiamos de no ir en busca de la farmacia de turno. Al mismo tiempo es lógico que el comercio se adapte en su horario a las actividades de la barriada y puedan cerrar o abrir, cuando más demanda tenga. Muchos somos los que vamos agradecer esta oportunidad y es seguro que la actividad comercial se incrementará.
Fernando Garreta es médico