Libertad de expresión

No es raro el día que vemos u oímos en los medios de comunicación cómo desde diversas instancias del poder se coarta este derecho fundamental, llamando terroristas a los que se manifiestan pacíficamente contra los desahucios o denunciando a los que se concentran en las cercanías del domicilio de algún personaje político, presunto culpable del desmantelamiento de nuestro estado del bienestar o de recibir sobres barceneros. Cadenas de televisión y periódicos afines a una u otra ideología, que solo publican lo que beneficia a éste o a aquel partido político, haciendo prevalecer mezquinos intereses sobre la verdad. La vergüenza de ver que el único consenso alcanzado por todas las fuerzas políticas de Andalucía ha sido para silenciar a José Chamizo, el Defensor de nuestro pueblo, por decirles en el Parlamento y en su propia cara que tienen que cambiar y dejar de ser un problema, porque los ciudadanos ya estamos hartos de políticos y banqueros inútiles y sinvergüenzas. En este clima de censura, en el que se ensalzan las mentiras de los embusteros, mientras se silencia y posterga la verdad de los que piensan distinto, envié un artículo periodístico a Diario JAEN con el título “El Crimen de la Enfermera”, manifestando mi opinión contraria sobre las informaciones y los titulares escritos en sus páginas relacionadas con la muerte de esta mujer y la supuesta implicación de su esposo. Incluso llego a afirmar que son propias de una prensa sensacionalista que vende gracias a la morbosidad de las noticias que publica. Sin embargo, Diario JAEN, respetando mi derecho fundamental a la libertad de expresión y opinión, una vez más, me ha permito transmitir mis pensamientos sin censura ni cortapisas, haciendo prevalecer mi verdad. Mi agradecimiento y sincero reconocimiento por la profesionalidad de todos los que mantienen encendida la llama de la esperanza en la libertad de expresión de nuestro Diario JAEN.