Leticia, talento que emigra, del Blog Palabra Perdida

Leticia Díaz pone cara a nuestra fuga de talentos. Ese goteo es una constante en la historia emigrante de Jaén, antes sin preparación como mano de obra barata y, ahora, en muchos casos, demasiados cualificados para sobrevivir en tierra extraña. La investigadora jiennense, sin embargo, es una “rara avis” porque su talento le abrió las puertas de la prestigiosa Universidad de Harvard. 

    15 ago 2013 / 12:08 H.

    Después de formarse en la de Jaén, su proyecto investigador sobre el autismo se quedó sin financiación porque aquí la ciencia no tiene quien le escriba. En algo hemos progresado desde la agorera frase de Unamuno, “que inventen ellos”, pueden seguir inventando, pero apoyados en el talentoso trabajo de universitarios españoles. Ella alucina con los recursos de allí y sus supervisores estadounidenses se frotan los ojos al comprobar cómo en España en tiempos de crisis dejamos que la investigación se convierta en otro erial. Su caso es paradigma mediático de los recortes en educación e investigación que señalan el único camino posible para varias generaciones: el de salida.
    El FMI y sus secuaces. Preparan el camino, lanzan sus globos sonda. El Gobierno lo negará tres veces y a la cuarta comenzarán a tener en cuenta sus recados. Son una especie de tribunal de inquisición económica y están dispuestos a llevar a la pira a una nación entera. El comisario europeo de Economía, Olli Rehn, quiere una rebaja de salarios del 10%, so pretexto para crear nuevos empleos en nuestro anquilosado sistema productivo. El gachón ilustrado le sigue la gracieta a la directora gerente del FondoMonetario Internacional, Christine Lagarde, que pretende relegar a España a un laboratorio económico. Sangrada Grecia, esquilmado su futuro, buscan otra víctima propicia para comprobar sus conjuros.

    25.000 poderosas razones.
    Millones de palabras que tejen la crónica de una provincia. Desde 1941, con las luces y sombras de cada día, este periódico recorre un camino en paralelo con esta tierra por la que pelea. Una tarea a la que faltan todavía muchos combates.