Le piden cárcel por “sisar” dinero de una gasolinera
Manuel M. G. era empleado de una estación de servicio de Úbeda. Se encargaba de los surtidores y de repartir gasóleo en domicilios de la ciudad. Llevaba más de dieciséis años trabajando y se había convertido en una especie de hombre de confianza de la empresa. Así fue hasta septiembre de 2014, cuando fue despedido por, presuntamente, apropiarse de dinero. Según la Fiscalía, ideó un sistema sorprendente para no ser descubierto: manipuló la máquina de lavado de coches y añadió dos nuevos programas a la configuración inicial del aparato, “que se escapaban al control y seguimiento contable”.
El Ministerio Público sostiene que, con este método, distrajo de forma clandestina casi 5.000 euros —correspondientes a cerca de 900 lavados— entre octubre de 2013 hasta la fecha de su despido. También está acusado de quedarse con parte del gasóleo de calefacción que repartía, en concreto, de 474 litros. El empleado negó todos los cargos y basó su defensa en que no era el único trabajador de la gasolinera y que las claves para reprogramar el tren de lavado de la estación de servicio estaban al alcance de cualquier miembro de la plantilla.
Así, Manuel M. G. reconoció que recibió las instrucciones para poner en marcha la máquina y solventar cualquier problema que pudiera surgir, pero que las apuntó en un papel al que todos los demás empleados tenían acceso para que ellos pudieran solucionar las incidencias en los días de descanso del procesado. El responsable del servicio técnico del tren de lavado confirmó que con quienes trataba en esta estación de servicio era con el propio Manuel M. G. y con “un tal Gonzalo”, el hijo del dueño de la gasolinera.
Con respecto a la sustracción de combustible de calefacción, el acusado también utilizó la misma línea de defensa ante los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia, es decir, que había más empleados que hacían la ruta con los camiones de reparto.
En principio, la Fiscalía mantuvo los cargos contra Manuel M. G. por un delito continuado de estafa y otro de apropiación indebida. Reclama por ambos una condena de cuatro años de cárcel y una indemnización a la empresa de 5.356 euros. La defensa del procesado niega todos los hechos y solicita la libre absolución con todos los pronunciamientos favorables. El juicio quedó visto para sentencia.