Le piden 4 años por llevar casi un kilo de cocaína

A Alejandro R. D. lo cogieron “in fraganti”. La Policía Nacional llevaba varias semanas tras la pista de este empresario de 33 años, al que los investigadores consideraban el jefe de “un importante entramado delictivo” dedicado a la adquisición de droga “al por mayor” para su posterior distribución entre “camellos” de toda la provincia. A principios de este año, Alejandro R. D. recibió un porte de “polvo blanco”.
Presuntamente, otro de los acusados,  Juan G. M., le entregó 915 gramos de cocaína en un paraje cercano al Recinto de Ferias y Congresos. Allí, según la Fiscalía, liquidaron pagos de negocios anteriores y, después, hicieron el intercambio. Lo que no sabía Alejandro R. D. es que la Policía le seguía muy de cerca en el marco de la denominada operación “Azulejo”. Le dieron el alto veinte minutos después en un control establecido en la A-44.
Los agentes encontraron en un hueco hallado bajo la alfombrilla del asiento trasero una bolsa de plástico, que contenía un paquete con la droga. La cocaína tenía una pureza de casi el 64 por ciento y hubiera alcanzado un valor en el mercado negro de casi 54.000 euros. En ese coche, viajaba también Juan Antonio L. S., al que los investigadores atribuyen un papel secundario en la organización que, presuntamente, dirigía Alejandro R. D.
El siguiente paso que dio la Policía fue registrar la vivienda del “jefe”, en una urbanización cercana a la capital. Allí encontraron un macuto con sustancia para “cortar” la droga y una caja de cartón que, según el fiscal, almacenaba diez bufandas “impregnadas de sustancia estupefaciente”. Hallaron, igualmente, varios teléfonos móviles y una plancha para prensar la droga, así como un vehículo de alta gama (un Porsche Cayenne).
La investigación policial puso al descubierto que Alejandro R. D. tenía “importantes y consolidados vínculos” con ciudadanos colombianos. De hecho, existen en el procedimiento judicial la grabación de numerosas conversaciones entre este empresario de la capital y súbditos del país suramericano que, presuntamente, le suministraban la droga en grandes cantidades. La Policía explicó en su día que Alejandro R. D. y su gente habría introducido en la provincia numerosas partidas de estupefacientes.
El presunto cabecilla de la organización estuvo en prisión preventiva desde el 7 de enero hasta el 8 de abril, cuando salió en libertad tras depositar una fianza de 9.000 euros. Por el momento, los otros acusados en este procedimiento no han llegado a pisar la cárcel. El fiscal ya ha presentado cargos contra los tres procesados y los acusa de un delito contra la salud pública. El Ministerio Público pide que sean castigados con cuatro años de prisión. Además, reclama que Alejandro R. D. y Juan G. M., los dos hombres que participaron en la entrega de la droga, paguen una multa de 160.688 euros. El juicio se celebrará en la Audiencia.