Lázaro Díaz, un discapacitado con capacidad sobresaliente
Un ejemplo para la sociedad. Lázaro Díaz acaba de terminar la carrera de Gestión y Administración Pública en la Universidad de Jaén (UJA). Pero no lo ha hecho de cualquier manera. El joven de veintitrés años y parálisis cerebral infantil mereció uno de los mejores expedientes de su promoción, con ocho matrículas de honor, trece sobresalientes y catorce notables —la calificación más baja que ha obtenido—. La nota media es de 8,65 y puede subir con el trabajo de fin de grado.
La experiencia en la UJA le resultó muy positiva, por el apoyo recibido de la comunidad educativa y, en particular, de sus compañeras Manuela Cobaleda, María José Moreno y Araceli Castillo. Destacó que el Campus es uno de los que tiene menos barreras y valora las facilidades, consistentes en el uso de un ordenador para escribir —no puede hacerlo a mano— y exámenes orales. En su logro ha tenido un papel fundamental su tía, Carmen Díaz, quien lo trasladó cada tarde desde Ribera Alta, donde residen, hasta Jaén y mientras él estaba en clase hacía fotocopias y otras gestiones.
No contento con eso, Díaz tiene planes que evidencian su gran capacidad de esfuerzo, que supera con creces su discapacidad. El 4 de julio tiene la primera prueba de las oposiciones, en las que aspira a una plaza en la Administración. Además, durante el verano y parte del otoño trabajará becado en el Ayuntamiento alcalaíno, donde ya hizo prácticas meses atrás. Por otro lado, el próximo curso comenzará Derecho, que podrá completar en dos años al convalidar asignaturas de la carrera recién concluida.
compromiso. Aparte de por el estudio, Díaz siente pasión por la política. Pertenece a Juventudes Socialistas desde los dieciséis años y en las elecciones municipales de mayo se presentó, con el número diecisiete, en la lista del PSOE. “He estado muy cómodo en ese equipo. Son personas que se hacen de querer y nos hemos compenetrado bien”, afirma Lázaro Díaz. Tiene palabras de elogio para el alcalde, Carlos Hinojosa; el consejero Felipe López, la parlamentaria andaluza Elena Víboras y los diputados provinciales Juan Ángel Pérez y Marino Aguilera, este último del PP. “La política sirve para transformar la sociedad”, dice. En este punto critica los recortes y asegura que su beca pasó de los 6.880 del primer años de carrera a los alrededor de 3.500 de los tres últimos. No obstante, constata la mejora general para el colectivo al que pertenece: “Antes al discapacitado se le trataba como tonto, ahora tiene reconocimiento social”.
La experiencia en la UJA le resultó muy positiva, por el apoyo recibido de la comunidad educativa y, en particular, de sus compañeras Manuela Cobaleda, María José Moreno y Araceli Castillo. Destacó que el Campus es uno de los que tiene menos barreras y valora las facilidades, consistentes en el uso de un ordenador para escribir —no puede hacerlo a mano— y exámenes orales. En su logro ha tenido un papel fundamental su tía, Carmen Díaz, quien lo trasladó cada tarde desde Ribera Alta, donde residen, hasta Jaén y mientras él estaba en clase hacía fotocopias y otras gestiones.
No contento con eso, Díaz tiene planes que evidencian su gran capacidad de esfuerzo, que supera con creces su discapacidad. El 4 de julio tiene la primera prueba de las oposiciones, en las que aspira a una plaza en la Administración. Además, durante el verano y parte del otoño trabajará becado en el Ayuntamiento alcalaíno, donde ya hizo prácticas meses atrás. Por otro lado, el próximo curso comenzará Derecho, que podrá completar en dos años al convalidar asignaturas de la carrera recién concluida.
compromiso. Aparte de por el estudio, Díaz siente pasión por la política. Pertenece a Juventudes Socialistas desde los dieciséis años y en las elecciones municipales de mayo se presentó, con el número diecisiete, en la lista del PSOE. “He estado muy cómodo en ese equipo. Son personas que se hacen de querer y nos hemos compenetrado bien”, afirma Lázaro Díaz. Tiene palabras de elogio para el alcalde, Carlos Hinojosa; el consejero Felipe López, la parlamentaria andaluza Elena Víboras y los diputados provinciales Juan Ángel Pérez y Marino Aguilera, este último del PP. “La política sirve para transformar la sociedad”, dice. En este punto critica los recortes y asegura que su beca pasó de los 6.880 del primer años de carrera a los alrededor de 3.500 de los tres últimos. No obstante, constata la mejora general para el colectivo al que pertenece: “Antes al discapacitado se le trataba como tonto, ahora tiene reconocimiento social”.
