Lazarillo, músicos, actores y títeres en un espectáculo único

"Con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva, yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta manera no habrá engaño”. Es una de las escenas más famosas de La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, una de las obras más populares de la literatura española, pero ahora, el 13 de diciembre, se verá como nunca antes. Será con Lazarillo, una coproducción de la compañía Claroscuro, que dirigen el linarense Francisco de Paula Sánchez y la canadiense Julie Vachon, con cuatro de los festivales más prestigiosos de música y artes escénicas andaluces: Festival Internacional de Música y Danza de Granada, el de Música y Danza “Ciudad de Úbeda”, el de Música Antigua de Sevilla FeMÀS y el de Otoño de Jaén. Sus responsables lo presentaron aquí, donde se estrenará como la mejor clausura de la vigésima sexta edición.


La peculiaridad de esta producción, en la que trabaja la compañía desde 2012, es que une teatro con actores, máscaras, títeres, sombras y música en directo. “Conscientes de la dificultad de plasmar en el escenario una obra tan compleja en su estructura, hemos decidido resolverlo por medio del metateatro: una historia dentro de una historia”, detalla Julie Vachon, la encargada de la adaptación. Ella, al enfrentarse a la obra, como recordó, no había visto nunca versión alguna, no estaba “contaminada”, una historia que le pareció “brutal” y así comenzó su trabajo. En escena, músicos, actores y títeres trasladan al espectador a la España del siglo XVI y, para ello, confiesa Francisco de Paula, la música tiene un poder evocador enorme. “El teatro en la España del XVI y XVII estaba siempre acompañado de música en directo, que es lo que proponemos”, añade. Así, hasta 25 piezas de estos siglos son interpretadas y cantadas en directo. Julie Vachon, Concha Medina y Luis Britos, los actores en escena, cantan y Sara Águeda toca el arpa, María Alejandra Saturno, la vihuela de Arco, y Francisco de Paula se encarga de la percusión.

A todo esto se incorpora un títere realista que hará el papel de Lazarillo —por primera vez, tal y como detalló el director— construido con la estética de una escultura del siglo XVI por el reconocido escultor ubetense Antonio Espadas. Este, explican desde la compañía, permite conectar al público con el universo infantil y los crueles adultos que lo rodean. Hasta tres personas se encargan de manipular este títere, que, dice Vachon, tiene un poder emocional incomparable al de un actor. Todo en un decorado “minimalista e impactante”.
Fundada en el año 2010, Claroscuro es una compañía que usa los títeres, las máscaras y la música en vivo para dar forma a sus historias. Su primer espectáculo Yo soy la Locura, fue premiado en el Festival Internacional de Almagro con una mención especial “Por la recuperación del patrimonio musical barroco, el rigor expresivo y la delicadeza poética de las imágenes”, así como candidato al premio Internacional 2015 YAMA —Young Audiences Music Award— en la modalidad de Mejor Ópera.
Tras su estreno en Jaén —entradas a la venta la taquilla del Darymelia por 18 y 20 euros— el espectáculo pasará por Úbeda, Granada y Sevilla. Otros festivales, como el de Almagro, también han mostrado su interés, tal y como se adelantó, pero todavía no hay una gira cerrada. Además, ha sido preseleccionado por la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

25 nov 2015 / 10:00 H.