Las viviendas de Valdeastillas, “a un paso” de la legalización

Vicente Gallego fue la primera persona con una vivienda “totalmente terminada” en el barrio de Valdeastillas. Eran los albores de la década de los ochenta. “1981 o 1982”, duda el presidente de la asociación de vecinos, Miguel Castro. Valdeastillas aún estaba lejos de ser un barrio. De hecho, no llegaría a serlo hasta el año 2009, cuando fue recepcionado por la entonces alcaldesa, Carmen Peñalver. Sin embargo, aunque pasan ya seis años de lo que fue un hito para los vecinos y también para la ciudad, es ahora cuando los habitantes de Valdeastillas están “a un paso” de ver culminado el sueño que comenzaron a “edificar” en 1996: la legalización de las viviendas.
Esta misma semana, el presidente de la asociación vecinal, acompañado de su homóloga en la Federación Objetivos Comunes , María Cantos, registró en el Ayuntamiento la memoria con la información detallada de cada inmueble. “Quedan dos o tres detalles que habrá que añadirle, pero esperamos ser legales para principios de año”, indica Castro.
Cuando en 2009 la coalición de Gobierno que formaron el PSOE e IU recepcionó el barrio, los vecinos creyeron que todo había acabado ahí. Pero no era así y lo descubrieron “al año” de que entrara el nuevo equipo municipal, coordinado por el PP. Se enteraron —cuenta Castro— porque “los municipales vieron obras en una vivienda y las paralizaron”. “Ellos sabían que no podían ejecutarse porque las casas no eran legales, pero nosotros no”, señala el dirigente vecinal. “Nos informaron mal”, sentencia, pero comenta: “Incluso Carmen [Peñalver] lo ignoraba”.
Recuerda que el actual alcalde, Javier Márquez, entonces concejal de Urbanismo, se puso en contacto con ellos; les expuso el problema y la necesidad de solventarlo y los vecinos, haciendo un esfuerzo económico más, contrataron a un grupo de arquitectos para elaborar la memoria que, esta semana, registraba la asociación en el Ayuntamiento. Está dirigida al alcalde y el motivo —destaca Castro— es “su buena gestión en este asunto”.
Cuando todo el proceso de legalización del barrio esté finalizado, sus residentes habrán gastado “entre 1,2 y 1,3 millones”. “Variarán unos 20.000 euros arriba o abajo”, estima Castro, que solo tiene palabras de agradecimiento para sus convecinos. En las dos décadas que ha durado este proceso de legalización, ha habido “muchos momentos de desánimo”. “En muchas ocasiones, los vecinos se han venido abajo y hemos estado a punto de tirar la toalla muchas veces”, confiesa. Cambios de gobierno, de leyes, una burocracia que iba demasiado lenta para las aspiraciones vecinales... “Con cada cambio, nos pedían más cosas y eso era más dinero”, señala. “Era desalentador”, recuerda. Pero añade: “Ahora, les pido a los vecinos que no se desanimen porque ya le estamos viendo el final”.
Y, cuando acabe, habrá merecido la pena. No solo porque llegará la esperada legalización, sino porque el de Valdeastillas habrá sido un “proceso ejemplarizante”, valora Castro. “Siempre hemos entendido que construimos las casas a las bravas y que teníamos que afrontar los costes”.

Mantenimiento. Desde que se convirtió en otro barrio más de Jaén, los vecinos de Valdeastillas disfrutan de “todos los servicios de la ciudad”. “Pagamos nuestros impuestos como todos y tenemos los mismos servicios, independientemente de que no sean tan eficaces como nos gustaría”, se sincera Castro. Pide un mantenimiento “más continuo”, pero añade, impotente: “Ya vemos cómo está toda la ciudad”.

04 dic 2015 / 12:34 H.