Las 'rebajas de la crisis' hunden a los empresarios

Silvia Ruiz Díaz / Jaén
Los empresarios del sector textil ya dan un nombre a las actuales rebajas. Las llaman “las de la crisis” y se muestran preocupados ante el poco consumo. Por su parte, los clientes confirman que sólo adquieren lo que necesitan y piden descuentos en más prendas.

    13 jul 2009 / 10:07 H.

    Ni consumidores ni comerciantes. A pocos agrada la temporada de las rebajas de verano, y eso que comenzó hace apenas doce días. Los primeros, porque consideran que las ofertas “dejan mucho que desear” y, por lo general, sólo buscan aquellas prendas o artículos que realmente utilizarán. Muchos se marchan de los establecimientos sin encontrarlos. Los empresarios, por su parte, muestran su preocupación. Las previsiones de ventas no son como ellos esperaban. A pesar de que distintas asociaciones de comerciantes cifraban en veinte millones de euros la facturación para la campaña, la mayoría ya augura que será mucho más reducida. Además, incluso se atreven a denominar la temporada como “las rebajas de la crisis”.
    El primer día de descuentos llegó “por todo lo alto”. Los locales colocaron “ofertones” del 50 por ciento y, en algunos casos, llegaron hasta el 70. Una semana más tarde, y a pesar del “boom” anunciado, los empresarios confirman que no venden como esperaban. “Al principio, todo fue muy bien, pero por la crisis o por el calor, cuando llega el fin de semana apenas acuden clientes”, confirma uno de los afectados. La “nueva moda” en los establecimientos del sector textil es, según los encargados, “mirar pero no comprar”. De hecho, las asociaciones informaron que cada jiennense tendrá un gasto medio de cuarenta euros en rebajas hasta el próximo 31 de agosto, o, lo que es lo mismo, sólo adquirirán aquello que realmente necesitan. Entre las prendas de vestir destaca, sobre todo, la ropa más veraniega o los artículos de playa y, especialmente, los que estén más baratos. “Si el decuento no es muy grande, no me interesa, porque para eso estamos en las rebajas”, considera una consumidora.
    POCAS OFERTAS. Mientras los empresarios llaman a las compras y anuncian unos precios mínimos, los clientes no se muestran satisfechos. Para ellos, la razón de no adquirir un artículo      —además de la situación económica— es la “falta de oferta”. Es decir, cuando acuden a un establecimiento los consumidores coinciden en que se encuentran con pocas prendas rebajadas. Las que sí tienen enormes descuentos son de otoño o invierno, por lo que no les interesa demasiado.
    Por otro lado, los clientes no entienden por qué cuando apenas han comenzado las rebajas, los comercios se encuentran repletos de prendas de nueva colección. Al menos, no es la idea que tenían cuando llegaron a hacer sus compras. Para los empresarios, la razón es bastante sencilla. Existe un determinado público que se impacienta por conocer lo que se llevará durante los próximos meses.