Las realistas “miradas” en acuarela de Paco Carrillo

Trece años hace ya de la última oportunidad de ver el trabajo de Paco Carrillo en Jaén, su amada y retratada ciudad. Fue, recuerda, con una exposición itinerante que organizó La General, que recorrió buena parte de Andalucía desde su primera parada en la capital. Ahora, los seguidores de su pintura podrán, de nuevo, disfrutar de una exposición individual que organiza la Academia de Arte Carrillo, que tiene la acuarela como singular protagonista. Mostrará, desde mañana y hasta el 11 de diciembre, hasta 25 de sus obras. La inauguración, además, coincide con el primer aniversario desde que el jiennense se jubilara como profesor en la Escuela José Nogué.
Abarca, en esta colección, los paisajes, una mirada a la arquitectura, con especial presencia de la Catedral y la figura humana, con cinco retratos, tal y como adelanta su autor. “Llevo un tiempo trabajando en un proyecto, todavía sin finalizar, sobre los paisajes en torno a la cantera que existen junto a la carretera de Jabalcuz, son de un rico color, desde el blanco de la caliza, al contraste del claroscuro de la luz del sol y el paisaje de fondo. En esta exposición se mostrarán algunas de estas obras”, explica.
acuarela. Es la técnica que da continuidad a esta exposición, un redescubrimiento de los últimos años del pintor jiennense: “La he trabajado en ocasiones, pero solo la elegía circunstancialmente. Ahora he descubierto en la acuarela una plástica y una forma de lenguaje bastante interesante dentro del realismo”. El autor se estrenó, en mayo, con una exposición individual con la acuarela como protagonista, en la Galería Ceferino Navarro de Granada. Ahora la trae a Jaén, a la céntrica Academia Carrillo, en la plaza Cervantes, que dirige su hijo, también pintor, Francisco Carrillo Rodríguez. “Es la única abierta al público de una forma legal y es importante apoyarla, porque no solo imparte enseñanzas, sino que abre sus puertas al trabajo de diferentes autores, como centro expositivo y cultural”, asegura.
“Fue hace un año, el 11 de noviembre, cuando me jubilé como profesor y lo conmemoro con esta exposición”, recuerda. Ahora, reconoce, dispone de más tiempo, pero confiesa que no es un pintor que esté constantemente “encerrado en el estudio”, si no que la actividad artística tiene que ir acompañada de otras, como pasear y leer, también “necesarias”. “Después de más de treinta años en la enseñanza, es inevitable echarla de menos, pero llega el momento de darse cuenta de que uno no es imprescindible, de que lleguen otros profesores para impartir sus ideas. La vida sigue y hay que disfrutar esta etapa también”, reflexiona.

10 nov 2015 / 09:46 H.