Las orujeras enseñan los dientes


Las orujeras de la provincia cumplieron su amenaza y, durante dos horas y media —de ocho y media de la mañana a once—, pararon su actividad como medida de protesta ante la reducción de las primas a la energía renovable. La a Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo de Oliva (Aneo) califica de “éxito rotundo” el primer cierre parcial convocado en todo el país.
El sector no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Ayer, fue el primer aviso y están dispuestos a celebrar nuevas movilizaciones si el Ministerio de Industria echa para atrás el borrador que abocaría al cierre de la mayoría al no poder soportar pérdidas que, en algunos casos, alcanzarían el 44% de sus ingresos. “La próxima semana nos reuniremos en asamblea y, si no hay avances, posiblemente convocaremos nuevos paros parciales”, adelanta el director de Aneo, Joaquín López.
El seguimiento, según el directivo, fue del cien por cien, y las puertas de las instalaciones orujeras asociadas a la Aneo estuvieron cerradas como medida reivindicativa ante la reforma energética que “obligará a una reconversión del sector orujero” y a la pérdida de entre 1.500 puestos de trabajo directos y 7.500 indirectos en Andalucía principalmente.
La planta de San Miguel Arcangel, de Villanueva del Arzobispo, la mayor del mundo como extractora de orujo, detuvo su actividad a las ocho y media de la mañana. Los camiones cargados con alperujo comenzaron a hacer cola a la puertas de las instalaciones, en las que se concentraron sus trabajadores. El alcalde, Gabriel Fajardo, se sumó a la protesta como gesto de apoyo a una empresa “muy importante” para la economía local. El gerente de la orujera villanovense, Francisco López Maestro, recuerda los “daños colaterales” que tendrá la reducción de las primas para todo el sector olivarero. “En el momento que la actividad tenga unos costes superiores, estos repercutirán en las almazaras y, al final, en el agricultor”, advierte.
La misma preocupación existe en el resto de las plantas, como Valoriza Energía, que invirtió 70 millones de euros para poner en marcha las antiguas instalaciones de Azucareras en la Estación Linares-Baeza. Los paros quieren ser un grito de protesta para que el ministerio que dirige José Manuel Soria dé marcha atrás en su política energética, que de seguir su curso, provocará una bajada media de la rentabilidad de las empresas con cogeneración de entorno al 45 por ciento.

07 mar 2014 / 12:17 H.