Las obras en Martínez Molina, para después de Semana Santa

Javier Esturillo / Jaén
El Ayuntamiento ha prometido en varias ocasiones el arreglo de la calle Martínez Molina, pero, ahora, parece que va en serio. La alcaldesa, Carmen Peñalver, anunció que las obras comenzarán después de Semana Santa y que solucionarán los problemas que sufre la zona desde hace tres años.

    28 feb 2009 / 08:39 H.

    La paciencia de los vecinos es ilimitada. Padecieron un calvario durante la primera reforma y una pesadilla en la segunda —el Partido Popular tuvo que levantarla en dos ocasiones—. Han pasado más de tres años y la calle está peor que antes de que la tocara el anterior equipo de Gobierno. Basta con pasar por ella, en coche o a pie, para hacerse una idea de lo que están sufriendo. Adoquines sueltos a cada paso, contenedores soterrados inservibles, parcheos en la calzada, pinetes inclinados o simplemente arrancados por su escasa sujeción son algunas de las deficiencias del principal nudo de conexión del casco antiguo.
    El equipo de Gobierno no pone más excusas y reconoce que la calle necesita una intervención urgente. Por eso, no está dispuesto a demorar por más tiempo las obras. “Comenzarán después de Semana Santa”, prometió la alcaldesa ante los medios de comunicación. Los vecinos confían en que cumpla su palabra, porque dicen que “no aguantan más”. Algo comprensible para unos residentes que acumulan más de tres años y medio de malos ratos. Desde el día que entraron las máquinas en la calle, todo fueron inconvenientes. Se produjeron averías, roturas de tuberías, fugas de gas y caídas de ciudadanos por falta de accesos alternativos. Se manifestaron, protestaron a las puertas del Ayuntamiento e incluso tuvieron que pasar el mal trago de verse delante de un juez, después de que el Gobierno municipal denunciara a un grupo de residentes acusados de paralizar las obras. Quedaron absueltos.
    Ese rosario de acontecimientos y el cambio de equipo de Gobierno no ha significado mucho en las vidas de los vecinos que ven, cada día, cómo la calle se deteriora más y más. Peñalver entiende su malestar y, por eso, quiere agilizar la intervención.