Las obras de la Casa de la Juventud van a buen ritmo

Las obras para la construcción de la Casa de la Juventud en el emblemático edificio conocido como Casa del Torreón marchan  a buen ritmo, después de “serias dificultades” que demoraron la intervención en los últimos años. Así lo explicó el coordinador del Instituto Andaluz de la Juventud, Raúl Perales, durante su última visita a la ciudad. De hecho adelantó que las instalaciones seguramente estén en marcha para mediados del próximo año.

30 jul 2015 / 10:30 H.

 

“Después de los problemas y complicaciones para sacar adelante los distintos concursos para la adjudicación de las obras que quedaban pendientes, tenemos un buen ritmo de construcción para un edificio que yo creo que será uno de los referentes de Andalucía por los planos, por la recuperación del torreón histórico del siglo XVII ubicado en pleno centro de la ciudad, donde los jóvenes tienen que seguir acudiendo”, manifestó Perales. Otro reclamo también será la Casa Pintada del graffitero Miguel Ángel Belinchón, “Belin”, puesto que se encuentra en las inmediaciones del que esperan que se convierta en un punto de encuentro para el colectivo.

De esta forma, las obras persiguen un doble objetivo. Por un lado, la conservación, recuperación y puesta en valor de la estructura existente, que cuenta con gran valor histórico y artístico, así como la revitalización de la zona. Por otro, se pretende dotar de un nuevo equipamiento sociocultural y educativo a la ciudad, acorde con las necesidades actuales del colectivo juvenil local. Así, será un lugar reservado a la realización de talleres, acciones formativas y un espacio de comunicación. Además, será donde se podrá recibir asesoramiento y desarrollar la creatividad en diferentes ámbitos. Unas instalaciones para el desarrollo de la capacidad de todos los jóvenes linarenses, pensado también para el encuentro y la buena convivencia.

Para continuar con la que sería la última fase de las obras, que cuenta con una inversión de 491.919 euros, fue necesario realizar una serie de ajustes presupuestarios, mientras que para la adjudicación del equipamiento también habrá que esperar al presupuesto del año que viene. “Hasta que no se recepcione el inmueble no se puede hablar de esta última cuestión, para la que tendremos que ver fórmulas para que bajo la eficiencia más absoluta compremos lo necesario, lo útil y que podamos equiparla de la manera más adecuada posible”, sentenció.