Las máximas logran alcanzar los 40 grados
Lo peor ya ha pasado o, al menos, de momento. Uno de los principales asuntos de conversación en la calle durante estos últimos días era el calor y la jornada asfixiante que se esperaba para ayer. Efectivamente, fue un día de temperaturas extremas, de acuerdo con el aviso amarillo activado por la Agencia Estatal de Meteorología, pero no tan altas como, en un principio, se esperaban. El mercurio marcó su máximo sobre las cinco de la tarde. Fue en Andújar, donde los termómetros alcanzaron los 39,7 grados. A pesar de rozar los 40, no se superaron como estaba previsto.
Tampoco se batió el récord de calor en la capital. El 17 de mayo de 2006 se alcanzaron los 38,4 grados y todo hacía presagiar que, esta vez, se superarían. Sin embargo, las temperaturas máximas se quedaron en 37,6. Aun así, fue un día asfixiante y los jiennenses tuvieron que echar mano al aire acondicionado, al agua fría y a la ropa de verano para poder combatir las altas temperaturas.
La Agencia Estatal de Meteorología anuncia, para hoy, un importante descenso tanto de las máximas como de las mínimas. En el caso de la provincia jiennense, será de unos tres grados. Esta cifra se notará, sobre todo, por la noche, cuando el mercurio ayudará a conciliar el sueño. Y es que la madrugada del martes al miércoles fue especialmente calurosa. La mínima en la capital, por ejemplo, se quedó en los 21,5 grados, la temperatura límite para poder descansar sin problema alguno.
El motivo del descenso de las temperaturas, que todavía seguirán altas, es la entrada de una borrasca situada entre Irlanda y Gran Bretaña que rozará este jueves el norte de la Península y cambiará el rumbo de los vientos. Así, dejarán de soplar desde el Sáhara y llegarán desde el noroeste, de modo que las temperaturas caerán “bruscamente”, incluso más de diez grados centígrados, aunque seguirán algo por encima de los niveles normales para esta época del año, según la Agencia Estatal de Meteorología.
Tampoco se batió el récord de calor en la capital. El 17 de mayo de 2006 se alcanzaron los 38,4 grados y todo hacía presagiar que, esta vez, se superarían. Sin embargo, las temperaturas máximas se quedaron en 37,6. Aun así, fue un día asfixiante y los jiennenses tuvieron que echar mano al aire acondicionado, al agua fría y a la ropa de verano para poder combatir las altas temperaturas.
La Agencia Estatal de Meteorología anuncia, para hoy, un importante descenso tanto de las máximas como de las mínimas. En el caso de la provincia jiennense, será de unos tres grados. Esta cifra se notará, sobre todo, por la noche, cuando el mercurio ayudará a conciliar el sueño. Y es que la madrugada del martes al miércoles fue especialmente calurosa. La mínima en la capital, por ejemplo, se quedó en los 21,5 grados, la temperatura límite para poder descansar sin problema alguno.
El motivo del descenso de las temperaturas, que todavía seguirán altas, es la entrada de una borrasca situada entre Irlanda y Gran Bretaña que rozará este jueves el norte de la Península y cambiará el rumbo de los vientos. Así, dejarán de soplar desde el Sáhara y llegarán desde el noroeste, de modo que las temperaturas caerán “bruscamente”, incluso más de diez grados centígrados, aunque seguirán algo por encima de los niveles normales para esta época del año, según la Agencia Estatal de Meteorología.
