Las llamas aterran a Sierra Mágina

A las 21:32 horas llega el ocaso y Aviación Civil es más que estricta con el cumplimento de las normas de vuelo. Es la hora máxima que tuvieron los once medios aéreos desplazados hasta Torres para colaborar en la extinción de un incendio forestal que, al cierre de esta edición, tenía una evolución favorable, pero no estaba estabilizado ni controlado.

24 jul 2015 / 08:51 H.

“Nos preparamos para una dura noche con la retirada de los medios aéreos”. El mensaje del Infoca, a través de Twitter, a las diez de la noche, lo decía todo. Sobre el terreno se quedaron tres retenes y el alcalde, Diego Montesinos, porque el resto de medios terrestres tampoco pueden trabajar sin luz. Sobre la mente de todos una imagen fija y un reto, que no pase lo mismo que en Quesada, donde la voracidad de las llamas calcinó 10.017 hectáreas.

Pasaban las tres y media de la tarde cuando una gran columna de humo blanco tiñó Sierra Mágina; una imponente imagen que se divisaba desde numerosos municipios, entre ellos la capital del Santo Reino. El Servicio Unificado de Emergencias 112 recibió más de 70 llamadas de vecinos que alertaban de un fuego, en principio, situado entre los términos municipales de Jimena y Torres. La confusión reinó en esos primeros minutos y el nerviosismo era palpable, avivados por los precedentes en la provincia. Poco después, se determinó que las llamas estaban en la ladera oeste del pico Aznaitín, en pleno corazón del Parque Natural de Sierra Mágina y dentro del término municipal de Torres.

En un primer momento, se desplazaron hasta el lugar, conocido como La Zarzadilla y el Cerro de Castellar, según explicó el alcalde de Torres, nueve medios aéreos, ocho terrestres, técnicos de operaciones y agentes de medio ambiente. Tres horas después, el operativo desplegado por el Infoca decidió incrementar las dotaciones, de manera que llegaron a trabajar en el terreno once aéreos, ocho grupos especialistas, una brigada de refuerzo procedente de Granada, que trabajó en el flanco izquierdo, cuatro autobombas, la Unidad Meteorológica y la Médica.

Se desplegó el máximo de operativos posibles porque lo que ardía, el pico Aznaitín, sí afecta al Parque Natural de Sierra Mágina, no como el incendio de Quesada, que se quedó a tan solo quince kilómetros del espacio protegido de Cazorla, Segura y Las Villas. El objetivo, desde un primer momento, sobre todo de los medios aéreos, es que el fuego no ascienda por la ladera oeste y siga calcinando el pinar de la zona. Sin embargo, también se vieron afectados algunos olivares de la zona más baja, además de matorral. Sin previsión de estimación de superficie afectada por las llamas, Diego Montesinos calculó, a media tarde, que rondaría, aproximadamente, el kilómetro. El estuvo allí en todo momento, junto al teniente de alcalde, Roberto Moreno, y numerosos vecinos que se acercaron hasta el lugar ávidos de información. Para colaborar en las labores, tal y como relató el alcalde, se desplazaron la Policía Local, los medios de extinción municipales y se pidió a la comunidad de regantes que habilitara su espacio para que los helicópteros pudieran coger agua. Para gestionar el tráfico y a la gente, se trasladaron los agentes de la Guardia Civil.

Tres focos diferenciados hacen saltar las sospechas sobre el origen

Sobre la siete de la tarde, el Infoca anunció que la Brigada de Investigación ya estaba sobre el terreno para investigar las causas que originaron el incendio. Y es que el hecho de que tuviera dos focos diferentes, en un principio, y después tres, como informó el alcalde de Torres, Diego Montesinos, levantó las sospechas. Tanto es así que el equipo de extinción solicitó, a través de las redes sociales, la ayuda de los vecinos. “Recuerda que puedes colaborar”, es el mensaje que lanzó, a la vez que citó a la Guardia Civil, el Servicio Unificado de Emergencias 112 y los agentes de Medio Ambiente. No se descarta, pues, que el fuego sea intencionado. “Hay que ser muy cautelosos, pero los testigos apuntan a que el fuego se ha iniciado en al menos dos focos diferentes”, dijo Montesinos. “Esto es una pena, esperemos que lo consigan controlar pronto”, reconoció el alcalde, que estuvo acompañado de los numerosos vecinos que se acercaron hasta el lugar para intentar ayudar.

Sin embargo, son los profesionales los que se tienen que encargar de sofocar este tipo de fuegos. Y mientras que se sofoca el de Torres, todavía no se han detallado las causas que originaron, en este caso, el incendio de La Puerta de Segura, declarado un día después del de Quesada y que calcinó 90 hectáreas. En este caso, las llamas comenzaron por un machón cercano a la carretera. Del que sí se tiene claro el origen es del de Quesada, que fue por causas naturales, tal y como confirmó, en su visita al lugar, el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal. Y es que el mismo día que comenzaron las llamas, el domingo 5 de julio a media tarde, sobre la zona cayó lo que se conoce como una tormenta seca y que dejó una veintena de rayos en unos pocos minutos.